Por Vivian Ojeda La Serna.- ¿Qué es hacer las cosas bien? ¿No les ha pasado que hacen las cosas bien y aun así todo se vuelve patas arriba? Y ahí viene nuestra interrogante. ¿Pero que hice mal si todo lo hice bien?
Son enormes las excusas que cada uno tiene para ver el mismo evento desde lugares diferentes. A eso se le suma el efecto tiempo. Eso quiere decir que con el tiempo se va perdiendo la objetividad y cada cual tiene su versión de los hechos según sus recuerdos, según sus ideas de lo que fue o de lo que debió haber sido. En definitiva quedan las repercusiones, las reflexiones y las enseñanzas.
¿Qué acciones nos ayudan a seguir nuestra evolución a pesar de esas adversidades?
Veamos 3 ejemplos:
1. Perdonar: tener consciencia de que nada es casual nos ayuda a perdonar y nos ayuda a no tratar de entender lo q no tiene mucha lógica.
2. Dejar el pasado en el pasado: No traer hacia delante esas cargas. Tal vez se repitan las situaciones y hasta quizás con las mismas personas. Eso nos pasa para que acabemos de entender: que no debemos estar cerca de esa persona, ni esperar nada de ella, o para entender que algo dentro de nosotros se refleja en su comportamiento, que debemos superar el miedo a no ser amado. Esas y tantas reflexiones solo nos ayudan a vivir con paz interior.
3. Observar desde la inacción. Esta es una conducta bien difícil pero es una buena puerta para dejar entrar la inspiración. La inspiración conectada a la luz y a la magia del universo.
Hacer las cosas bien no siempre es garantía de tranquilidad. Debemos buscar la conexión con nuestro yo interior, con el niño que llevamos dentro, con la sabiduría que somos y que hemos olvidado. Somos sabios, somos eternos, somos luz. Todos somos luz.