Por Magnolia Fabre.- Cuando sintonizas la frecuencia del corazón todo resulta. Las cosas suceden. Cuando te sales de la mente y confías en tu punto intuitivo, todo se acomoda. Cuando, aún sin saber cómo, canalizas la energía del chakra que habita Justo en tu pecho, el mundo cede. El universo concede.
No lo racionalices, SIÉNTELO.
Aprende el sutil arte de las armonías y ritmos. Al dejarte llevar por fuerzas internas y superiores empiezas a entenderlo todo desde la emoción. Vibras en concordancia con la vida misma y sus designios. Te alejas de las pataletas del EGO.
Te colocas. Te expandes. Te nutres. Te sanas.
El corazón canta cuando te permites la entrega total, sin resistencias, de la inmensa sabiduría que te sostiene por dentro. Canta mujer. Baila al brillo y compás de tu intuición. Dale rienda suelta. Eres manantial de secretos y conocimiento. Todo junto. Todo unido.
Eres perfección cuando te dejas ir. Cuando te rindes a lo desconocido.
Eres Arte cuando danzas en concordancia con lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Te alineas contigo misma. Las cosas llegan. Te abrazan. Se quedan.
Y luego déjalas ir. Libéralas. Devuélveselas al Universo. Déjaselas a alguien más. Y prosigue tu camino. Agradecida, pues todo lo que te ocurre es en favor de tu transformación.
Sal de la mente. Eres LUZ y energía en constante movimiento. Más allá del ruido mujer, más allá de tus tormentas.
Aprende a transitarte. A asombrarte del infinito poder que mora dentro de lo irrelevante. Tu cuerpo. Tu traje. Tus máscaras. Aprende a habitar en tu verdadero ser. Traduce el lenguaje del Alma. Aprende dulcemente a darle voz a cada una de las mujeres que viven en ti. Atiéndelas a todas. Se amable con ellas. Dales espacio para que rían y lloren a carcajadas. Permítete ser una a una y todas juntas a la vez. Así de Diosa eres. Así de huracán, hermoso, caótico y perfecto.
Aprende a subirle el volumen a aquella voz que dice ‘Que Ya va siendo hora, estás preparada’ ¡SALTA! Salta dentro de ti. Hacia tu verdadero mundo de múltiples posibilidades. Nada está grabado en piedra. El destino es una hoja en blanco. Se escribe, se tacha, se borra, se vuelve a escribir, las veces que sea necesario. Todo enlazado al nivel de conciencia. A qué tanto te conoces. A qué tan a gusto estás en tus silencios. Cuando todo lo que conoces se calla. Que tan plena te sabes.
Tú sola, eres la viva representación de todo lo que hubo y habrá en este mundo y cualquier otro. Escucha tu canto. A viva voz.
Y recibe….
✨✨✨Les envío LUZ✨✨✨