El suceso se ha dado por la realización de unas obras, más concretamente en el Acceso Sur al puerto de la Bahía de Algeciras. Estas zonas cuentan con supervisión de arqueólogos y geólogos, pues ya se han encontrado anteriormente fósiles bastantes inusuales en la Península Ibérica.
Las primeras investigaciones afirman que los restos tienen entre 200 y 230 millones de años de antigüedad. Entre los fósiles hallados, se destacan la gran cantidad de bivalvos (una especie de molusco del que se conocen unas 13000 especies).
El descubrimiento se suma a otros anteriores como restos de tiburón y dientes de una especie antigua de caballo y de mamuts.
La siguiente fase del estudio será la reconstrucción del yacimiento, aunque todo apunta a la existencia de un mar interior en la zona (idea que ya se ha planteado anteriormente por otros investigadores experimentados). Estos fósiles se han calificado como un hallazgo de gran valor científico y patrimonial, que nos dará información para entender futuros escenarios asociados a la desertización y efectos del cambio climático.