Home » Artículos » Humanología para parejas 3 – Ámate primero

Humanología para parejas 3 – Ámate primero

Por Jessica J. Lockhart.- ¿Cuántas veces te han dicho que el egoísmo es malo? ¿Que siempre debemos poner a los demás por delante? Lo siento, ¡no estoy de acuerdo! ☺️ Permíteme que te explique mis motivos…

Muchas culturas defienden que el egoísmo o colocarnos por delante de los demás está mal y se debería evitar a toda costa. Estas creencias se transmiten de generación en generación y los niños de ese tipo de culturas a veces crecen pensando que siempre deberían sacrificarse y ponerse a servicio de los demás, llegando a convertir esa convicción en una creencia muy limitante que impide el amor y la aceptación de uno mismo puesto que, «siempre hay que anteponer los demás a uno mismo

Cuando una creencia nace y se establece en la mente de una persona, afectará a todo lo que vea en la vida. Si una persona cree que siempre debería colocar a los demás por delante de sí misma, eso es lo que hará, aún cuando con ello pueda provocar más mal que bien. Las creencias pueden ser algo muy poderoso. Afectan a nuestra manera de ver la vida. Actúan como filtros a través de los cuales percibimos la realidad. Si mi filtro me dice que soy una mala persona si me pongo por delante de los demás, todo lo que haga que implique cuidarme o amarme se convertirá en algo malo en cuanto haya otra persona implicada. Y como consecuencia de esa creencia, muchas personas realizarán esfuerzos extremos por colocar a los demás por delante de sí, aunque haciéndolo no satisfagan  ninguna necesidad e incluso tenga resultados negativos.

¿Qué ocurriría si aprendiéramos algo diferente y desarrolláramos creencias que evitaran que esas situaciones se produjeran? ¿No sería mejor para todo el mundo que creyéramos que debemos amarnos a nosotros mismos Y a los demás?

Si establecemos una relación desde una posición de inferioridad, desde una posición en la que nos sentimos al servicio de los demás, la relación siempre será una relación de carencia. Careceremos de amor, de respeto y de felicidad. Si yo necesito sacrificarme para que la otra persona sea feliz, me sentiré útil, cariñosa y generosa, pero tal vez no amada, respetada y apoyada. Con el tiempo, algunas de mis necesidades se verán insatisfechas y tal vez poco a poco me sienta abandonada y poco valorada. Es por eso que propongo un enfoque diferente. ¿Qué ocurriría si nos amáramos primero a nosotros mismos? ¿Qué ocurriría si nos aseguráramos primero de estar bien antes de intentar apoyar, amar y adorar a los demás? Solo desde una posición de seguridad y solidez en la que nos sintamos felices y satisfechos podremos de verdad comprometernos del todo en una relación. A no ser que nos sintamos seguros, satisfechos y felices, todas nuestras relaciones implicarán solo algunas partes de nosotros, no la totalidad de nuestro ser. Eso es lo que ocurre cuando de forma constante nos ponemos por debajo o por detrás de los demás.

Si conseguimos cuestionar y cambiar nuestra creencia de «siempre hay que anteponer a los demás a uno mismo,» y la convertimos en algo parecido a, «todos los seres humanos necesitamos ser amados y respetados,» «me amo y amo a los demás,» o incluso, «todos los seres humanos somos iguales,» podremos entonces comenzar a aplicar mi estrategia de la triple pregunta. Hay tres preguntas que todos nos deberíamos plantear durante todo el tiempo para estar seguros de que todo está bien en nosotros:

  1. Lo que estoy haciendo, ¿me hace quererme más?
  2. Lo que estoy haciendo, ¿me ayuda o me impulsa?
  3. Lo que estoy haciendo, ¿me cuidad de alguna manera?

Cada vez que una persona responde a alguna de esas tres preguntas de manera negativa es porque la acción o situación en que se encuentra inmersa en realidad le está haciendo daño. Todo lo que hacemos en la vida nos debería ayudarnos a amarnos, cuidarnos e impulsarnos. Imaginemos una situación en la que estamos ayudando a otros pero no a nosotros mismos… por ejemplo, imaginemos que yo trabajo horas extras para ofrecer a mi familia unas vacaciones. Lo hago porque quiero, porque he decidido ofrecerles un viaje y solo lo puedo hacer de esta manera. Estoy contenta y disfruto del duro trabajo porque me hace sentir bien e importante. Si, por el contrario, el placer de hacerlo merece el agotamiento y el esfuerzo, todo lo que estoy haciendo para ellos sin duda se volverá en contra de mí e incluso podría comenzar a sentirme utilizada y explotada por la situación. Si lo hago por ellos pero no me siento feliz en mi interior, si me siento atrapada o utilizada como si no tuviera otra opción, dará igual cuántas veces me repita que lo estoy haciendo por ellos porque me seguiré sintiendo mal en mi interior. Solo sentiré felicidad sacrificándome por los demás si ese sacrificio me hace sentir de verdad como un regalo para MÍ MISMA, como algo que me convierte en mejor persona y me ofrece una recompensa: reconocimiento, apoyo, contribución… algo que me mima o me impulsa.

A  no ser que ambas personas en una relación se cuiden a sí mismas primero, su relación no estará equilibrada. Una de ellas acabará sintiéndose infeliz. No es labor de nuestra pareja hacernos felices. Es labor nuestra. Cada uno de nosotros debemos decidir querernos primero. Debemos decidir cuidarnos. Necesitamos hacer solo aquello que nos impulsa o nos ayuda DE UNA FORMA U OTRA. Habrá ocasiones en las que coloquemos a los demás por delante de nosotros porque eso nos impulse o nos ayude pero en ese caso la clave estará en que seremos nosotros quienes así lo decidamos, no porque tengamos una creencia limitante que nos lleva a actuar así, sino porque nos hace sentir más felices y completos.

Si nos amamos y cuidamos a nosotros mismos, el siguiente paso natural será amar y cuidar a los demás. Sintiéndonos felices y completos seremos entonces capaces de amar y cuidar a los demás mucho mejor que si nos sentimos tristes, usados o infelices. Al fin y al cabo, y al revés de lo que tantos creen, cada ser humano debería amarse a sí mismo primero. Solo entonces podrá amar de verdad y al completo a otro ser humano.

Te invito a leer los próximos artículos sobre relaciones que iré publicando a lo largo de las próximas semanas. Te animo también a que los compartas con otras personas, si crees que les pueden resultar de utilidad.

La humanología es la disciplina que trabaja con y para los seres humanos combinando el conocimiento académico y científico con la experiencia personal y vital. ¡Descubre cómo te puede ayudar a ti!

Disfruta de la vida… de TODA ella,

 

También te puede interesar

¿Hacia un futuro de máquinas asesinas?

En un mundo en constante evolución tecnológica, nos encontramos al borde de un dilema ético ...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *