Por José Antonio Cordero.- Las formas de influir pueden ser directas, indirectas, colectivas o a nivel individual. El calor afecta por zonas y estaciones a las plantas, como a nuestra piel y metabolismo. Tanto el frío como el calor afectan. La luna también afecta a las mareas y produce cambios de humor, excitación, exaltación y hasta dolores de cabeza. Los nueve principales planetas tienen una influencia constante en la neurofisiología, incluso en aquello que llamamos suerte y adversidad.
La influencia es producida por cualquier movimiento. El pensamiento es un movimiento mental, la palabra es otra y la acción es un movimiento de mayor envergadura. Los niveles de influencias pueden ser desde leves hasta ir pasando por todas las escalas hasta la más fuerte o súper-irradiación. La marca que pueda producir una influencia depende tanto del generador de la influencia como su receptor, por ejemplo el efecto del calor veraniego dependerá de la persona que lo soporte. Una mala noticia o un trato mal intencionado el tipo de daño que produzca dependerá de su receptor. Una persona equilibrada reaccionará mucho mejor que la desequilibrada. Un santo no será afectado en absoluto por un impacto negativo pero lo recibe un súper-estresado entrará en cólera.
Estamos sujetos a todos los movimientos o influencias que suceden a nuestro alrededor, el resultado dependerá en cómo reacciona la neurofisiología. El sistema nervioso no entiende de negatividad o positividad, entiende de ‘esto lo soporto’ y ‘eso no lo soporto’. La pose mental o creencia no tiene suficiente capacidad para frenar fuertes influencias que el sistema nervioso no soporta.
Una enfermedad puede agravarse, mejorar o eliminarse dependiendo del tipo de influencias que afecten a la neurofisiología. Un dolor de cabeza puede desaparecer con un ibuprofeno, pero la causa del dolor seguirá porque su acción ha sido local o superficial.
El impacto o influencia positiva o negativa de una persona sobre otra dependerá tanto del generador como del receptor. Hay personas que pasan al olvido y otras que marcan para largo tiempo.
La marca que dura hasta la eternidad es la del amor puro y todo tipo de acto que nace desde la pureza del corazón. Las otras marcas pueden durar semanas, meses, años o siglos pero no alcanzarán la eternidad, porque son formas de actuación muy diferentes.
Dependiendo del nivel desde dónde se genera un movimiento así será su marco de acción.
La sequedad que pueda tener una planta, si es tratada desde un nivel superficial o actuando sobre las ramas aumentará su larga agonía. Actuar en el nivel de la raíz marca la diferencia.
La aridez social hace que el cultivo de la sabiduría sea casi imposible. Los frutos de los malos cultivos son enfermizos. Cuando la sequía ha sido extrema durante años la caída de la lluvia es escupida por la tierra, el agua resbala por la dureza de la tierra seca. La nutritiva sabiduría es escupida debido a la sequía que dura siglos en la existencia humana.
La forma de aliviar y cambiar tanta aridez es a través de un efecto de súper-irradiación que nada tiene que ver con formas de actuar por las ramas. Hay muchas formas ‘ibuprofénicas’ que actúan por las ramas, en éste área entran los cinco sentidos. La parte emocional tiene una conexión directa con los sentidos, por tanto los tratamientos emocionales son también pasajeros, aunque algunos métodos duren un tiempo, corto o largo. Los problemas emocionales tienen una causa mucho más profunda que el provocado por los movimientos mentales. Los problemas se solucionan desde el nivel de la raíz, que está más allá de cualquier movimiento mental.
Aliviar un problema en el nivel emocional es pan para hoy y hambre para mañana.
Las buenas intenciones algunas veces no sirven de mucho porque no calan en el nivel que se necesita. Hay acciones que deberían auto-vigilarse para que no lleven ese tinte de ‘acción de gracia’ donde el benefactor se auto-complace. Presumir de ‘acto altruista’ es muy vanidoso y tendrá poco calado, aunque parezca ser grande. Muchas buenas voluntades terminan en ‘actos ibuprofénicos’ y después de una cierta mejoría volverá el fuerte desequilibrio. Las buenas intenciones carecen del poder que se necesita para remover tanta sequía social.