Expertos en salud ambiental analizan las negociaciones para sacar adelante un acuerdo internacional que intente poner fin a la contaminación plástica.
Muchos tipos de plásticos liberan moléculas químicas que están dañando a la naturaleza; por tanto, también a los animales y a los humanos.
Esto conlleva a trastornos hormonales, defensas y otros sistemas fisiológicos, contribuyendo a causar diversas enfermedades crónicas.
Para ello se necesita un tratado con efectos globales y locales que se base en objetivos explícitos: qué productos y procesos químicos hay que prohibir, cuándo y cómo. Que sea ético, científico, inclusivo, transparente y basarse en el mejor conocimiento científico.