Por José Antonio Cordero.- Cuando la masa no está lista ni el mejor chef puede hacer milagros con ella. El palo suele usarse y hay quienes de sabios retoques manuales son capaces para que la masa alcance su momento óptimo.
La masa al principio no tiene forma ni definición, luego se va haciendo según su chef. Se puede hacer el auténtico ‘pan de la vida’ o se pueden hacer churros considerables. El chef tiene que saber qué es lo que quiere hacer, cuál es su propósito y luego debe poner los ingredientes necesarios para que la masa pueda realizar el propósito de su creación.
El ‘pan de la vida’ se hace de la masa más sana, con la harina mejor cultivada. Luego están las harinas de otro costal que es algo completamente distinto, porque son indigestas, están cocidas por un lado, quemadas por otro y muy crudas por la mayor parte. Así es la masa social, puede estar llena de vida, o bien ser harina de otro costal. Cuando la masa no está lista, no se pueden conseguir resultados inmediatos. Se necesita un tiempo de preparación o formación. Adelantarse en el tiempo cuando la masa no está lista puede traer consecuencias bastante indigestas.
Estos días pasados han sucedido cosas muy interesantes: el equipo que menos presupuesto tenía ha conseguido ser el primero en subir a la división de honor. Esto ha sucedido porque la masa o conciencia colectiva de ese equipo y las personas que felizmente siguen en grupo han sido coherentes y además han demostrado a los demás que el capital humano es la mejor inversión. Esto pone de manifiesto que es la coherencia de la conciencia colectiva la que consigue las grandes metas. Pero cuando hay harinas de otros costales, con masas muy hechas y ‘derechas’, y otras con masas cortadas y fermentadas por antigüedad los problemas se repiten sistemáticamente. Aunque surjan otras masas que tienen una gran levadura de crecimiento y huelan bien, pero la situación se hace compleja cuando no hay coherencia, con el riesgo de que el horno europeo queme el bollo del euro.
Cuando las cosas no van bien, la prioridad no es tener un horno más grande y más ricas haciendas paneras, hay que preocuparse de los ingredientes, de los componentes. No es la masa la que hace al grano, es el grano el que hace la masa. Un grano puede llegar a ser copo y también un ‘capo’, según se cultive. Un chef puede ser bueno o tan desastroso que llega a usar el palo como rodillo y lo pasa por toda la masa hasta que los copitos se incrustan. La presión hizo la fuerza pero no la unión. Así no hay división de honor, y todo queda en ese llamado ‘infierno’ de la segunda categoría. Un buen chef cuida siempre de sus ingredientes, no los quiere envenenados ni con mal aspecto, y hará que el banquete sea para todos.
Los fallos se repiten sistemáticamente, en todas las épocas donde la ignorancia han dominado cualquier nueva y sana opción es mal considerada, desprestigiada e incluso encarcelada. Sanas y nobles tendencias son muy mal acogidas cuando la masa social no lista. Si la masa es lista el banquete está asegurado. Por eso es importante ir mejorando poco a poco los ingredientes o cerebros. Proponer un cambio rápido cuando la masa no está lista no funcionará. Prohibir totalmente los venenos en la agricultura no tendrá éxito cuando la masa se alimenta de venenos y hay mucho dinero con otros intereses. Hoy te encarcelan por matar a un perro, pero nadie se atreverá a encarcelar a todos los que matan animales para el consumo humano porque la masa se nutre con sangre. Es una ley tan absurda como pelotera. Nadie se atreve a dar un cambio considerable. Cuando una gran masa no está preparada o lista para ‘el gran banquete del mejor vivir’ se puede volver muy en contra de la medida más sana.
Se necesita un tiempo para que la mejor masa se forme, se necesitan ingredientes muy sanos. Cuantos más ingredientes sanos tengamos en la mesa de trabajo más fácil será conseguir ‘el pan de la vida’ y ya se verá cómo se multiplica como si de un milagro se tratase y de forma rápida eliminará cualquier tipo de hambre. El gran milagro no está en el ‘pan para hoy y hambre para mañana’, el gran milagro se hace con cerebros bien nutridos y con corazones sanos.
Tiempo al tiempo pero sin perder el tiempo, pero no dejemos para mañana aquello que hay que hacer hoy, ahora mismo. Lo primero es revisar qué tipo de ingredientes estamos poniendo en la masa social. Hay levaduras tan ácidas que son tan cortantes como imperiosas. La levadura madre es la mejor, esa madre que siempre hace lo mejor para todos. La madre naturaleza debe ser la guía de cada masa, de cada constitución. La levadura hecha y ‘derecha’ no es la mejor, ni la añeja segada y prensada con hoz y martillo. La levadura Madre siempre es la mejor, pero ¿quién sabe hacerla? Aquel que sepa sabrá dejar la masa en su sitio y la multiplicación de las mejores cosas de la vida vendrán una tras otra. No es el dinero la garantía, es la sabiduría de la conciencia colectiva. Es bueno que surjan nuevos brotes en la vida y nuevas opciones, pero ellos deben tener paciencia y ser cautelosos porque con seguridad serán maltratados si no cuidan su lenguaje. El lenguaje de la naturaleza es cultivador y no es segador. Cuando la vida es dominada por la complejidad, la sencillez además de no ser respetada, es despreciada y vapuleada. Lo complejo es incapaz de entender lo sencillo.
Los nuevos brotes deben cultivarse desde la raíz, es la savia la que enriquece al árbol social, es la inteligencia la que consigue que el crecimiento sea uniforme e igual para todos. La savia no es discriminatoria, usa el poder de la inteligencia cósmica para hacer que de una semilla salgan cientos de frutos y millones de nuevas semillas. La riqueza está asegurada cuando se sabe trabajar desde la raíz.
Un abrazo familiar
José Antonio Cordero
Director
AGRICULTURA VEDICA MAHARISHI
Nerja, 2014
_______________ CITA CON LOS GRANDES ________________
“»Toda ciudad, por pequeña que sea, está dividida de hecho en dos: una es la ciudad de los pobres y la otra es la ciudad de los ricos. Ambas están en guerra entre sí.»
-Platón
«Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.»
-Albert Einstein
“En vano las intenciones del gobierno serán rectas,
en vano harán grandes esfuerzos por el bien público,
en vano provocarán congresos y atacarán las reliquias del despotismo,
si los pueblos no se ilustran,
si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo, será, tal vez, nuestro destino cambiar de tirano sin destruir la tiranía.»
– Mariano Moreno
«No hay cosa que los humanos traten de conservar tanto,
ni que administren tan mal,
como su propia vida.»
– Cicerón