La segunda plataforma de hielo más grande de la Antártida, conocida como Barrera de hielo Filchner-Ronne, con una superficie de 430 000 km² y 650 metros de espesor, podría contraerse drásticamente en las próximas décadas por efecto del calentamiento global, según un estudio.
Los investigadores han identificado los procesos oceanográficos y físicos que podrían conducir a un flujo irreversible de agua caliente bajo la plataforma de hielo, algo que ya se ha observado en el mar de Amundsen (situado en el océano austral), amenazando a la barrera de hielo Filchner-Ronne.
La barrera de hielo depende de la banquisa que la rodea. Por ejemplo, en el sur del mar de Weddell se forma tanto hielo marino durante los meses de otoño e invierno que la cantidad de sal liberada en el proceso protege a la plataforma de hielo ahora amenazada.
Esta barrera de agua fría y extremadamente salada, que tiene una temperatura media de -2ºC, podría perderse permanentemente en las próximas décadas debido al aumento de las temperaturas del aire sobre el mar de Weddell, impidiendo la formación de hielo marino o banquisa, explican los científicos.
«Ya podemos ver los primeros signos de esta tendencia: en primer lugar, se está formando menos hielo marino en la región y, en segundo lugar, las observaciones oceanográficas de la plataforma continental confirman que las masas de agua caliente se están acercando cada vez más a la plataforma de hielo», señala Hartmut Hellmer, oceanógrafo del AWI y primer autor del estudio.
Estos cambios pueden marcar el comienzo de una fundamental e irrevocable en mar de Weddell, una amplia porción del océano Atlántico Sur en la Antártida, dentro del área también conocida como océano Antártico.
Los investigadores esperan que los efectos sean visibles en 2070. «Nuestras simulaciones muestran que no habrá vuelta atrás una vez que las masas de agua caliente se encuentren bajo la plataforma de hielo, ya que su calor acelerará la fusión en su base», indica Hellmer.
Debido a la drástica fusión en su parte inferior, la línea de tierra de la plataforma se desplazará más al sur y el hielo perderá gradualmente el contacto directo con el fondo marino. Hasta la fecha, el contacto friccional con el fondo marino ha contribuido a frenar el flujo de hielo. Cuando se vaya este freno natural se acelerará el drenaje de hielo de la capa de hielo antártico.