La Astrología y su mala prensa

Por Macarena Retamero.- Me pregunto muchas veces que pasó, en que parte del camino nos separamos, dejamos de conectar lo racional con lo intuitivo, lo material con lo espiritual, para separar todo y elegir, todo el tiempo sentirnos obligados a elegir una parte. Derecha o izquierda, papá o mamá, chicos o chicas, y así eternamente.  ¿A quién le conviene este jueguito? ¿Quién gana?

Es conocida la historia de la persecución y quema posterior de brujas, con la que se logró que hoy esa palabra tenga una  connotación negativa, y sea usada para describir a una mujer “mala”.  Mientras que la realidad es que eran mujeres y hombres, que creían en la sanación de la mente y el cuerpo a través de la conexión con el universo, con la naturaleza y con la magia del amor.

No sólo las brujas eran perseguidas, sino todo lo relacionado con la energía femenina, receptiva y sanadora. Pasaron muchos años, y estamos muy globalizados como para que nos siga costando tanto integrar a nuestra vida la intuición, la magia y la espiritualidad como algo natural, y que encima suceda lo opuesto como separarnos en personas espirituales y las que no lo somos… #@%&@# ???

No es más espiritual quien hace un curso de Yoga y meditación que quién juega al futbol cada sábado con sus amigos. Para qué seguir separándonos, si somos todos iguales!!!

¿Se preguntan ustedes si creen en la comida, o en el Sol, o en Internet? No verdad, simplemente están ahí, existen, para mí la Astrología es igual.

Es un arte con mucha profundidad, muchos años de conocimientos ancestrales, como para que el debate sea si creer o no, basándose en la lectura de un horóscopo que salió en una revista o página web. Quizás  muchos se estén perdiendo la posibilidad de saber algo más, ya sea personal como global. Detrás de cada persona hay un mundo, no basta con saber su signo solar, cada persona es un todo complejo, y lleno de cualidades únicas, que a través de un estudio personalizado puede descubrirse.

Creo productivo, coherente y sincero que antes de juzgar cualquier cosa, nos tomemos el tiempo para estudiar, experimentar, y así sí, si todavía quedan ganas quedarnos con sólo una cara de la moneda…