Hasta ahora, aún no se había estudiado en profundidad el efecto de la contaminación lumínica en los animales.
En los últimos años y debido al crecimiento desmedido de las ciudades, con sus farolas y edificios iluminados, se han llevado a cabo investigaciones a cerca del efecto que esto podría producir en la orientación y comportamiento de diversas especies.
Podemos afirmar que, muchos animales, dependen de las estrellas como brújula para guiarse y fijar un rumbo.
Por ejemplo, el escarabajo pelotero, utiliza las estrellas para viajar en línea recta. “Sospechamos que el vuelo hacia la luz de las aves o polillas también funciona de forma similar: la contaminación lumínica podría obligarles a abandonar su brújula estelar, desorientándoles y obligándoles a volar hacia luces artificiales de coches, edificios…
Los experimentos se han llevado a cabo en diferentes localizaciones como Sudáfrica, Johannesburgo o la zona rural de Limpopo.