Por Ignacio Asención.- La espiritualidad es la puerta de acceso a lo indivisible e inefable del misterio de la existencia.
No es una evitación de la polaridad que consideramos indeseable.
Es la experiencia de sentirse Uno, de olvidar toda división, de acoger todo el dolor y la alegría de un universo entero.
No es una defensa, no es un escudo más… ¡eso lo hemos hecho tanto!
Es embarcarse en la inocencia de este momento y estar siempre dispuesto a descubrir, a amar, a jugar, a reír, a exponer el corazón a las acciones que intuimos que más se alinean con nuestra verdad… y todo ello, sabiendo que puede haber dolor, que puede haber frustración, que puede haber un una nueva caída para la fuerza de un nuevo levantamiento.
Vamos, soltemos cualquier convicción que no recree la mirada de una felicidad intrínseca y universal, libre de opuestos. Abrámonos a lo desconocido.
Vamos, seas quien seas, dame la mano y salgamos a recibir un nuevo día en este planeta.
Ignacio Asención