Por Laura Rivas.- Cuando nos sumergimos en un proceso evolutivo de la conciencia, terminamos en rincones que nos cuestionan constantemente; entre la duda mental/espiritual, nos preguntamos si es real lo que se está experimentando o simplemente corresponde a un proceso de creación del enorme potencial que poseemos (Cerebro).
Tratar de responder puede determinar que ese proceso de conciencia que no es espontaneo, se vea empañado por la siquis argumentativa de los seres humanos.
Hoy me quiero dirigir a ti, qué te has cuestionado si todo cuanto experimentas en ese avanzar consciente espiritualmente tiene sentido y para qué.
Primero que todo es necesario que te haga referencia que para mí la espiritualidad es una suma de corriente filosófica, corriente científica y una dosis gigante de moral, y estas tres corrientes se unifican en un proceso continuo de aprendizaje del alma.
Según Blanco (2014, pp.182-200) se entiende por aprendizaje al “proceso de adquisición de nueva información, y por memoria a la persistencia del aprendizaje en un estado que puede revelarse en cualquier momento dado”. Estos dos procesos están relacionados con las emociones ya que dependen de su intensidad, por lo que es necesario proponer métodos o estrategias para lograr la intensidad adecuada de las emociones, de manera que incidan positivamente en el mejoramiento de los aprendizajes… y experiencia de vida.
Por ello más que cuestionar que tanto de racionalidad tiene tu espiritualidad, o que tanto del componente mental hace parte de dicho proceso, es fundamental conocer cuáles serán tus estrategias de aprendizaje continuo para que la intensidad de las experiencias te transforme en esa versión de individuo consciente que quieres ser y que a la par esta conectado con leyes universales que tienen racionalidad del alma y de trascender consciente.