Por Isa Campillos.- Hay un sonido mágico,
un momento íntimo,
un segundo eterno que te susurra… (el ahora):
«Las pisadas de ayer nos han traído al hoy,
pero hoy no sirve lo de ayer.
En cada nueva circunstancia mágica hay que saber soltar el aprendizaje anterior.
Y siempre ir más allá de la distorsión de la mente.
La mente busca «coincidencias», es vaga a la hora de aprender.
Quiere siempre los mismos momentos para saber los pasos a dar.
Pero te vas a encontrar sonidos mágicos, momentos y segundos que antes no escuchaste.
Y tendrás que maniobrar.
Las pisadas de ayer, te ayudan a determinar la actitud correcta pero no te dicen que sigas una línea recta precisa y derecha.
Hoy es hoy, para que puedas recrear a partir de hoy, ya mirar ayer no es útil.
Si es beneficioso recordar los pasos bien dados, aunque, hoy realmente ya no es útil, pues ahora hay otros instantes, momentos y segundos diferentes.
Que muchos se parecerán, pero que en absoluto, tendrán que ver con los antiguos pasos.
Y muchos te pillarán de sorpresa, y muchas zancadas te harán replantearte cosas.
Es necesario replantearse cosas, cuestionar la vida y reflexionar sobre nuestras vivencias.
Vivir la presencia es poder vivir con todo el rango de emociones que se nos presentan.
Desde la presencia, no puedes salir a otro momento, no puedes viajar a otro instante, únicamente puedes sentirla.
Quien huye de la presencia, huye de sí.
Y estar presente con todos los sentidos.
Los sentidos nos reconectan con la brújula interior, el brujo interno.
Es al desconectarnos de ellos, cuando nos sentimos mal.
Pues al no sentir, no podemos determinar nada.
Muchas veces, lo que parece un desafío es una oportunidad y viceversa.
La oportunidad puede estar disfrazada de desafíos.
Lo importante es darse cuenta de que en el ahora, sólo hay nuevos aprendizajes.
Pues la versiones de nosotros mismos van cambiando, y la lección a aprender suele ser distinta.
Si sientes vives,
pero hay que sentir pa´dentro! 🎶🎵💜