Por Ramiro Calle.- Cuantas veces me encontré con Babaji Sivhananda en Benarés, siempre me recordaba que el camino más directo hacia el Ser es la meditación. Me decía: «Hay muchas técnicas, muchas vías, pero la meditación es el camino más directo hacia el Ser.
El hatha-yoga es muy bueno para el cuerpo y las energías, pero la meditación es lo más importante y yo la practico todos los días. No es fácil dominar la mente, pero la meditación nos enseña. Es el mejor método para conectar con el Ser y vivir tranquilo, con alegría y amor».
Desde la antigüedad, los más grandes yoguis han dicho que cuando los pensamientos cesan se revela la luz del Ser. Patanjali aseguraba que el yoga es para controlar los pensamientos en la mente y que de ese modo uno se va estableciendo en su propio ser.
Entrevisté a Baba Muktananda unos meses antes de que muriese y a menudo insistía en que la meditación enseña a meditar. Mediante la detención consciente del cuerpo y las actividades mentales, se experimenta una energía más sutil y que desempaña la consciencia. La meditación es encontrar en sí mismo un espacio de quietud en un mundo tan convulso como en el que estamos y nos va ayudando a superar los modelos de pensamiento que crean ofuscación y sufrimiento.