El volumen de basura electrónica en el mundo aumentó un 8% entre el 2014 y el 2016, lo que supone un «creciente riesgo para el medio ambiente y la salud humana», según un informe difundido por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) de las Naciones Unidas (ONU).
El informe atribuye ese incremento a la mejora del poder adquisitivo de la población mundial y a la caída de los precios de los dispositivos electrónicos.
Según sus datos, el año pasado la cantidad de aparatos con baterías o enchufe que fueron descartados ascendió a 44,7 millones de toneladas -desde paneles solares a móviles, pasando por frigoríficos, televisores y computadoras-. Apenas un 20% se recicló.
«La gestión de la basura electrónica es una cuestión urgente en el mundo de hoy, donde el uso de aparatos electrónicos crece constantemente», aseguró en un comunicado el secretario general de la UIT, Houlin Zhao.
Se ha documentado que solo el 20% de los desechos electrónicos del 2016 se recolectó y recicló. El estudio lamenta que no se aprovechen y se recuperen materiales como oro, plata, cobre, platino y paladio, que poseen estos tipos de dispositivos.
Según apunta, el valor agregado de todos estos materiales ascendió el año pasado a unos 55.000 millones de dólares, equivalente al producto bruto interno (PBI) de países como Costa Rica, Panamá o Uruguay.
Por tipo de dispositivo, los equipos pequeños (de aspiradoras a microondas o juguetes electrónicos) fueron los desechos electrónicos más comunes en el 2016, con 16,8 millones de toneladas. En segundo lugar están los grandes aparatos (como lavadoras o fotocopiadoras), con 9,2 millones de toneladas. Ambos tendrán un crecimiento anual del 4% hasta el 2020, según la investigación de la ONU.
En tercer lugar están los equipos de temperatura (refrigeradoras, congeladoras, aires acondicionados o bombas de calor), con 7,6 millones de toneladas, pero con un crecimiento anual del 6%.
Respecto a dispositivos de comunicación (smartphones, tabletas, etc), el año pasado se desecharon 3,9 millones de toneladas. Se espera que su crecimiento cada año sea del 2% hasta el 2020.
Cabe resaltar que la generación media per cápita de basura electrónica repuntó un 5% en el 2016 -hasta los 6,1 kilos- con respecto al 2014. Pero había una abultada diferencia entre continentes, con Australia, Nueva Zelanda y otras naciones de Oceanía a la cabeza (17,3 kilos por persona), seguida por Europa (16,6), América (11,6), Asia (4,2 %) y África (1,9 ).
Europa es el continente con una tasa de reciclado más elevada (35%), claramente por delante de América (17%), Asia (15%) y Oceanía (6%), en una clasificación en la que no se incluye a África por la falta de datos fidedignos.
El informe,augura un fuerte incremento de la basura electrónica en los próximos años, con un aumento del 17% para el 2021 y una subida per cápita hasta los 6,8 kilos.