Por Isa Campillos.- Las distracciones, son como el ruido.
El huracán, siempre estará ahí.
Pero atenderlo o no, es cosa tuya.
Tu enfoque es tu atención, y esta tu presencia.
La presencia es la importancia, que le das a las cosas.
A las cosas que no tienen relevancia, no les prestarás ninguna atención.
Esto es inteligencia emocional.
Pero si no le prestas atención a las cosas importantes (para ti)…entonces estás perdid@.
Cuestión de prioridades.
Los momentos “sagrados”, esos que no cambiarías por nada del mundo, te muestran lo importante.
Aún así, siempre tendrás momentos de ruido y distracción.
Que te harán creer que lo importante, es otra cosa.
Tener claro que nos aleja del Ser, nos induce a “egotizarnos” es un gran arma contra el malestar.
No podemos apagar todo el ruido, evitar todos los conflictos y estar sonriendo todo el tiempo.
Cada momento te enseña a reenfocar de nuevo, a mirar bien.
A ver sin la distorsión de tu mente, de lo que acontece, de todo.
Las circunstancias, son reales, sí.
Pero igualmente, hay que abordarlas desde el amor y el sosiego.
Esto significa…
Desde la presencia.
Y cuando algo es irrelevante, no importante, no prioritario…
Entonces seguramente, sea “tráfico mental”.
Para esto hay que aclarar la mente sosegándola, extasiándola (fundiéndola con la esencia), no distrayéndola.
Regresar a la esencia suele costar, porque nos han enseñado a alejarnos cada vez más de ella.
Y cuando llegas al punto de contacto…
Oh eres incapaz de reconocerte!
Todo pierde importancia pues es el instante el único anfitrión.
La presencia la invitada a la devoción de tu existir.
Estás, presente, centrado, unido a ti.
No distraído, entretenido, despegado a lo que eres.
Magia cuando sabes alinearte con la “esencialidad pura”, desapegado de la figura y su sostén.
Cogiendo la sartén por el mango, para transitar todo tipo de escenarios.
Hacerse responsable, también es decidir si vivir desde el Ser.
Sabiendo lo que es “tráfico mental” o “presencia requerida”.
Sabiendo unir cuerpo y mente.
En el cuerpo con la mente serena, en la mente con el cuerpo relajado.