La raíz del enojo

Por Juan Manuel Prat.- Podemos entender el enojo como el resultado de la frustración de una expectativa consciente o inconsciente. La raíz del enojo pone al descubierto nuestra condición vulnerable donde muchas veces nos volvemos dependientes de que los demás hagan, piensen y sientan como nosotros lo haríamos o necesitamos.

Al no encontrarnos con ello, metabolizamos el enojo a través de impotencia, ira y hasta tristeza y desde ahí, nos proclamamos con la sensación de que el mundo debe resarcirnos y justificamos todas nuestras reacciones. En esta órbita, el enojo no se sensibiliza con la alteridad generando una comunicación, por el contrario, se vuelve imperativo y arbitrario.

Cuando te sientas dolido en un vínculo, antes de actuar, es importante que hagas una introspección identificando que es lo que realmente te hace dependiente de esa situación, por ejemplo, ¿Te enojaste por qué el otro no hizo lo que esperabas? o te enojaste por qué te diste cuenta que solo no lo podes hacer, que todo no lo podes controlar, que no te sentís escuchado, que no te sentís amado, que las personas son distintas, etc.

El poder identificar el anudamiento emocional que tenés en el enojo te pondrá en una posición activa, haciéndote cargo de la parte que te toca, liberando la pretensión y la omnipotencia, sino, serás un esclavo de las circunstancias.