Por Ignacio Asención.- Históricamente se ha menospreciado a los “locos” que añaden una nueva perspectiva de la vida. Hasta ahora ha dado pánico enfrentarse a lo nuevo y descartar las falsas y antiguas seguridades.
Ciertamente, hoy no prenderíamos fuego ni encerraríamos a alguien que aporte una nueva mirada, pero seguramente, hay algún diagnóstico psiquiátrico que nos resguarda de nuestro miedo al misterio.
¿Qué diagnóstico se le hubiese puesto a quien dijo por primera vez que el planeta Tierra es esférico, o a quien dijo que está girando en todo momento? ¿Y a quienes inventaron el avión?
¿Qué verdad no avalada estás conteniendo en tu corazón? ¿Qué privilegio le estás mezquinando al mundo? ¿Qué hermosa locura no estás desplegando? ¿Qué frutos estás dejando pudrir en tu interior?
Vamos, dale rienda suelta, el mundo te lo va a agradecer. Otros resonarán y se abrirán a ofrecer sus verdades. Este intercambio desinteresado y fluido es lo que nos recuerda nuestra verdadera abundancia.
Ignacio Asención