Por Ramiro Calle.- El yoga es el primer método de mejoramiento humano del mundo. Como dice Surinder Sing en algunas ocasiones, «hacemos un esfuerzo porque queremos mejorar algo en nosotros». El yoga, con sus milenarias enseñanzas y solvente métodos nos facilta las herramientas para producir esa transformación interior que nos impulse a evolucionar conscientemente, embellecer nuestra alma y humanizarnos. Dentro del yoga hay psicología, metafísica, ciencia psicosomática (el yoga es el precursor indiscutible de la misma), espiritualidad y técnicas de introspección. El yoga es un trabajo interior para el autodesarrollo integral. Nada se ha dejado librado al azar. Es el resultado de la verificación personal y exhaustiva de los primeros yoguis, continuada y perpetuada por millones de practicantes. Nada es gratuito. El yoga no se mueve por creencias, sino por experiencias. Como decía Mircea Eliade, es el eje espiritual de Oriente. Nos facilita toda clase de medicamentos para el cuerpo, la mente y el espíritu. No es dogmático, no pertenece a ningún sistema religioso. En este sentido es suprarreligioso y sirve tanto para teístas como ateos o transteístas. Es una senda que al final se convierte en la propia senda interior y cada uno la va recorriendo de acuerdo a su motivación, capacidad y esfuerzo.
Lo verdaderamente lamentable es que se llame yoga a lo que no es yoga y no se lo llame, otras veces, a lo que lo es. Pero el yoga auténtico prevalece, a pesar de que muchos lo han falseado para rentabilizarlo y mercantilizarlo. El yoga es como una joya que destaca por mucho polvo con el que quieran adulterarlo. Sin embargo es bueno velar por el genuino yoga y todo lo que se haga en este sentido es encomiable. Nicolás Gauthier lo ha hecho, sin reparos, poniendo para ello sus medios de todo tipo, aventurándose a seguir en la India en pos del verdadero yoga para poderlo plasmar en un interesantísimo documental, que desde luego recomiendo sin lugar a dudas.
Descubrí el yoga cuando yo tenía quince años, de la mano de Rafael Masciarelli. Fue sumamente importante para mi vida. Es una técnica de vida, una actitud vital muy necesaria. Por un lado son enseñanzas de un alto valor para la trasnformación; por otro lado un caudal apabullante de técnicas psicosomáticas, psicomentales y espirituales; por otro lado, un modo de afrontar la vida con más ecuanimidad, lucidez y plenitud.
La senda del yoga es la senda de la unión. El que la sigue es un sadhaka que trata de convertirse en un yogui. Un yogui es el que ha disipado los velos y autoengaños de la mente para reconbrar su naturaleza real. Al poner término a lo aparente, conecta con lo esencial.