De entre los tantos efectos negativos para la salud que tiene ver excesivamente la televisión, se cree haber encontrado uno más: ver mucho la TV podría aumentar la probabilidad de sufrir asma.
Esta teoría la plantea el investigador Thomas Platts- Mills, de la Universidad de Virginia.
Según él, hay estudios que demuestran que las tasas de asma en EEUU suben a raíz de la creación de populares programas de televisión para niños. Asegura que, pasar tanto tiempo viviendo de forma sedentaria, y menos tiempo en la calle jugando al aire libre, influye en cómo respiramos.
Bill Bryson, otro conocido investigador que apoya esta teoría, dice: “Los niños que se sientan a mirar la tele durante horas, no ejercitan sus pulmones como lo harían si estuvieran jugando. Por ejemplo, los niños que leen respiran profundamente y suspiran más que si vieran la TV. Todas estas ligeras diferencias en la actividad respiratoria, podrían ser suficientes para aumentar su susceptibilidad al asma”.