Por Yuliya Tkach.- Hay temporadas cálidas y agradables como el verano y también hay temporadas frías y tristes como el otoño. Nadie se salva de ellas. Nadie vive un verano continuo.
Cada uno tenemos nuestros desafíos, nuestros obstáculos, nuestras penas… Pero no todos tenemos la misma actitud frente a ellas.
Podemos afrontar las situaciones indeseables con la queja y culpabilizando algo o alguien externo o podemos coger la responsabilidad por propia vida y elegir otro camino.
De todas la experiencias se aprende. Que aprendiste tú en el ultimo año? Y en el ultimo mes? Qué aprendiste acerca de ti en cada una de tus experiencias?
A mí personalmente el ultimo año me ha hecho aprender y crecer mucho. Me dí cuenta que en ciertos aspectos no he tomado las decisiones sabías y maduras tal y como me mostró luego el tiempo. Aprendí que no todas las personas con las que contaba estarían allí para mí cuando los necesitaba. Aprendí que no siempre tengo la razón por mucho conocimiento que poseo y también me equivoco, de hecho con más frecuencia de la que me gustaría.
Pero también aprendí a creer en mí a pesar de que no he tomado decisiones correctas. Pensé: “si yo no lo hago, porque lo harían otros? quién lo hará por mí?” Aprendí que la vida no me debe nada y que soy la que debo a la vida y que quiero encontrar formas para aportar el valor con lo que hago y quien soy. Aprendí que tengo mucho mayor poder para crear mis propias circumstancias, simplemente que todos los caminos me querían llevar a que los descubra guiándome a travez de las experiencias que llamaba desafíos.
Estoy agradecida por todo lo que aprendido. Me siento orgullosa. Y también me siento amorosa y en paz. He hecho mis deveres y ahora quiero seguir adelante con más fuerza y dedicación.
Ah y por cierto. Sabes también lo que aprendí? Que la vida son dos días: vívela, disfrútala, compártela con la gente que amas y traiga algún bien al mundo. Y yásta! 😉
Qué aprendiste tú? Compártelo con nosotros.