Por José Antonio Cordero.- El arte es una proyección del artista. La diversidad aumenta cuando se crean cosas nuevas, la vida se enriquece a través del arte. Hay arte al cantar, bailar, pintar, construir, diseñar, adornar… la variedad es tan grande como la creatividad humana.
Copiar no es una manifestación artística, sería más una especialización imitadora. La imitación no deja de ser una variante de las habilidades humanas, pero no es una acción genuina. Ahora bien, reproducir algo creado con el sentimiento artístico necesario se convierte en arte. Una copia sería ver una castaña y pintarla, y el cuadro sería una ‘castaña’.
En toda manifestación artística lo más importante es el artista, es su experiencia, aquello que siente y el desarrollo que se produce tanto a nivel de corazón como a nivel mental.
Se pueden reproducir cuadros, como se pueden reproducir conversaciones o escritos, pero el que copia no sentirá lo mismo que su creador, el imitador no percibirá el sentimiento que hizo la creación. Por muy bien que se interprete no es lo mismo ser su autor que un intérprete.
Si el arte es la expresión del artista y el arte perdura en la eternidad con más razón perdurará el artista. El Alma del artista es eterna y su obra le acompañará siempre, resonará en cualquiera de los mundos sin importar las formas y las variaciones propias de la voz.
Las cuerdas vocales cuando vibran reproducen el sonido del corazón, porque de hecho las cuerdas vocales son semejantes a los tejidos del corazón. La voz nos distingue porque cada corazón es distinto. La reverberación que produce la voz es una manifestación del corazón.
Cierto es que la voz puede cambiarla el tabaco y el alcohol tal como el corazón es modificado por las manchas oscuras que se adquieren al malvivir. El tejido externo del corazón puede hacerse duro, como la piel de un elefante, y la parte interna que al bombear transporta vida quede como una simple bomba.
El sistema nervioso está expuesto a continuas obras y actos degradantes y malsonantes que alteran la evolución humana. Hay imágenes y sonidos que dañan.
No todo lo creado debería ser considerado como arte porque para que nazca el arte debe existir un artista.
El mundo del Arte está lleno de sensibilidad, de ternura y apreciaciones bellas. El Arte es el gran bálsamo de la humanidad, su efecto tiene poder curativo, pero su capacidad curativa depende del que aprecia. El sonido llega cuando se está despierto, porque al estar dormidos no nos enteramos de nada. Hay sonidos (védicos) que hacen despertar al dormido pero hay ruidos (alarmas) que sacan del sueño y después se pasa a la mente colgada en ensueños y tinieblas.
Un buen despertar (védico) y se disfrutará la Luz de la Vida. Un mal sueño hará que hasta moleste la luz y sea maldecida.
Un artista es capaz de conmover a millones de personas con su arte porque transmite aquello que percibió en su momento de inspiración, pero el artista ocasional puede llegar a sufrir mucho cuando pierde o no puede repetir sus momentos de inspiración. Bellísimos actores y artistas se suicidaron.
La inspiración llega en el momento menos esperado, pero difícilmente se alcanza en la excitación, es más, aquello que salga de la excitación creará alteración. Sí, y además las mentes excitadas se alimentan de excitación.
Si el artista no cuida su cuerpo ni de su sistema nervioso será normal verle caer después de sus ocasionales momentos lúcidos. La vida de un artista que no ha encontrado el equilibrio interno y no perciba a diario su fuerza interna puede llegar a ser como una ola que se eleva y luego cae, se precipita y se atormenta, hasta que después de la fuerte marejada externa o interna llegue la calma.
El alcohol, drogas y sedantes acompañan a muchos artistas porque el mundo les pesa, el gravísimo estrés del mundo hace caer a las personas sensibles. Es una lástima que grandes artistas se hayan ido tan jóvenes. Actores, pintores, músicos… pasan por momentos bajos, y su punto es mucho más bajo que el de una persona ruda o insensible, porque el artista ha experimentado elevaciones muy fuertes que luego no es capaz de mantener en la vida diaria. El desequilibrio es grande cuando la elevación emocional fue alta y luego desaparece unas horas después. El artista debe buscar su propio equilibrio con el mismo empeño que lograr su mayor obra, porque no hay obra más grande que alcanzar el estado de iluminación, que una vez alcanzado permanecerá 24 horas al día y para siempre.
Los flashes artísticos producen un largo eco en el tiempo, algunos rozan la inmortalidad. El dolor del artista viene cuando el mundo se le cae encima nuevamente, es por esto que su gran reto es el equilibrio. Sus buenas experiencias de inspiración le condenan a querer más, a volver a sentir más felicidad, pero el cuerpo falla por haber sido contaminado y atormentado. El artista puede tener tendencia a la soledad cuando le cuesta encontrar a personas que sientan como él. Puede amar a muchos o a todos, pero podría evitar el contacto con aquellos que se acercan con una forma de querer envuelta de demanda y egoísmo.
El artista no debe descuidar su salud porque el equilibrio es salud.
Hay obras que entretienen más al mundo que la propia creación de la naturaleza: véase el caso de los medios de comunicación tal como TV, Internet y sobre todo los teléfonos móviles. Horas, horas y horas mirando las pantallas y la Naturaleza y la Luz de la Vida queda en el olvido.
Insuperable es el arte del mundo creado, pero cuando es solo el ojo el que ve y no va acompañado del corazón de una consciencia elevada resulta que la mayor obra creada llega ser monótona, tal como un perfume deja de percibirse un tiempo después porque el propio sentido del olfato se satura del mismo olor. Los que viven lejos del mar lo buscan con ansiedad y los que viven en el mar dejar de apreciarlo por saturación o monotonía. Es por eso que se buscan nuevos entretenimientos como diversión.
El artista para romper la monotonía crea momentos disonantes, rompe una estructura para entrar en otra, y luego quiere volver a lo mismo. La ruptura hace cambiar la atención de la mente, y así logra recuperar la atención al punto deseado. Es curioso que el mundo necesite de rupturas para volver a valorarlo. Es una lástima que se tenga que vivir el dolor y sufrimiento para buscar desesperadamente la felicidad y salud.
El más grande artista, el Artista de la Creación, hizo la mejor creación a su imagen y semejanza con el propósito de que cada parte creada descubriese Su naturaleza. Todo nació de Su inspiración invisible y se hizo visible en diferentes formas con el propósito de que cada parte sepa retornar a la parte invisible.
El propósito de la Creación es que cada espectador llegue a ser semejante a la Consciencia del Creador.
Grandes tradiciones como las de India y otras culturas se han perdido como consecuencia de repeticiones que no vibraban en la sintonía adecuada. Hay recitaciones védicas o mantras repetidos que tienen el mismo resultado como cantar un porompompero y ponerse a bailar. Está bien la alegría que sale por divertimento pero su efecto interno es nulo, porque su emisión es intrascendente. Repetir las mismas palabras sin la forma adecuada no dará nunca la misma vivencia de su artista. La palabra que venga de un corazón con piel de elefante hablará como el que tiene una buena trompa de embriaguez.
Hay cantos que no transmiten el ‘duende’ de su artista.
El fracaso de las repeticiones reside en no vivir la sensibilidad artística.
Las repeticiones emocionales son tan entretenidas y divertidas que absorben tanto la atención que pueden llegar a esclavizar o atar. Hay personas que se atan emocionalmente a otras y luego desatan sus lazos a hachazos. Otras se atan con el hilo dorado del amor, el hilo que ata sin atar, que une sin pegar, pero que une sus almas en la eternidad.
El Arte nunca llegará a ser superior al Artista.
Así es la historia del Creador que abrió sus puertas a los espectadores para que cada uno llegue a ser Artista.
Tengamos claro que el arte nunca superará al Artista. El ser humano es parte de lo creado, somos Su mejor creación, pero si se desea experimentar Su nivel la vía es desarrollar la Conciencia.
CITA CON LOS GRANDES
“El género humano tiene, para saber conducirse, el arte y el razonamiento”. – Aristóteles
“La finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia”. – Aristóteles
“El arte es uno de los medios de comunicación entre los hombres”. – Leon Tolstoi
“En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza”. – Oscar Wilde