Si eres una persona a la que no le cuesta mostrar sus sentimientos, que se ha sentido diferente por expresar sin tapujos lo que siente o te fijas en detalles que el resto de personas no tienen en cuenta, lo más seguro es que formes parte de ese casi cuarto de la población que reconocer ser sensible.
Aunque para algunas personas ser sensible tenga connotaciones negativas, la realidad es muy diferente, ya que ser una persona sensible posee unas bondades que ninguna otra persona puede ofrecer o entender.
Tener conocimiento emocional es una auténtica ventaja porque desde bien temprano uno se interesara por temas que la gente de nuestro entorno, incluidos los adultos, no tienen en cuenta, y se te plantean situaciones que querrás solventar e investigar, aunque te creen cierta confusión, todo ello aderezado por una increíble curiosidad, que será tu motor.
Normalmente a las personas sensibles no les asusta la soledad. Es más, incluso encuentran y buscan ese rincón en el que poder ser ellos mismos, refugiarse en sus pensamientos y poder realizar desde las tareas más básicas, como leer o escuchar música, hasta tareas creativas en las que dejar volar su imaginación sin interrupciones. Esto no quiere decir que una persona sensible no disfrute de la compañía, sino que también encuentran satisfacción en ellos mismos.
Asimismo, las personas sensibles viven desde el corazón. Aunque es cierto que cuando uno escucha la palabra sensible y la relaciona con el amor puede surgir la idea del sufrimiento o la tristeza, este tipo de seres altamente sensibles, por mucho que luego vivan experiencias intensas de cualquier tipo, también viven el amor como si no hubiera un mañana, y disfrutan del amor que el resto les ofrece con la misma intensidad.
Finalmente, el crecimiento interior de estas personas también es totalmente diferente al del resto. Lo importante es interiorizarlo y tenerlo presente, no agobiarse por ello, todos aquellos que tienen algún don, para poder disfrutar de él, deben aceptarlo, y ese es el primer paso también para que las personas sensibles puedan tener un crecimiento interior que le permita vivir en paz.