Una reciente serie de experimentos, llevados a cabo ratifican los daños irreversibles que la luz de las pantallas digitales puede provocar en los ojos. Las pantallas LED de los dispositivos digitales emiten luz con una elevada proporción de longitud de onda corta, es decir, una radiación visible que se caracteriza por ser muy energética y que puede producir daños en los ojos y en otras estructuras del organismo. Los estudios proveen los primeros datos sobre la incidencia de luz azul en la población infantil.
Los datos obtenidos de los estudios realizados mostraron una importante reducción en el número de células de la retina, también señalaron una disminución en la expresión de los genes implicados en la prevención de la muerte celular por apoptosis y una sobreexpresión de algunos de los genes que favorecen la muerte celular.
Los estudios destacan que los niños reciben 3 veces más luz de longitud de onda corta, debido a que usan los dispositivos a distancias más cortas. Esto es importante ya que una reciente investigación señalaba que los niños de entre 5 y 16 años invertían más de 7 horas diarias viendo pantallas LED.
Ambos estudios señalan la necesidad de que los organismos públicos consideren las consecuencias de la extrema exposición a luz de longitudes de onda corta a la que están expuestas los niños y los adultos al utilizar de modo habitual de dispositivos de pantallas LED.