Por José Antonio Cordero.- El mundo de las plantas es fascinante, está lleno de sensibilidad y delicadeza. Las plantas interactúan y reaccionan tanto a situaciones de alegría como de estrés.
Cuando las plantas son cuidadas adecuadamente, tal como cuidamos a nuestros hijos, y crecen en tierras sanas y sin envenenar el resultado es la manifestación de la perfección en las diferentes clases de plantas, cada una tiene sus cualidades, diferentes composiciones y sabores, aun siendo criadas en la misma parcela las diferencias existen.
Esta labor de mantener las diferencias sin perder la perfección es obra de la Inteligencia que gobierna todo el universo.
¡¡La inteligencia es la mano de la Ley Natural que mueve el mundo en la adecuada dirección!!
Las plantas tienen inteligencia, definitivamente. Es algo que dicho hace años podría ser objeto de guasa y menosprecio. Hay una planta que se utiliza en la Medicina Ayurveda Maharishi que produce energía durante el día y es sedante por la noche, esta obra no la hace un producto químico creado por el hombre o por la hombra 🙂 pero ciertamente no es obra del hombro. La Naturaleza funciona con alegría en todo el proceso de creación, algo que el hombre debería hacer lo mismo en cada actividad que realice, porque si se pierde la alegría la enfermedad llamará a la puerta, y no de la vecina, sino en la nuestra.
Hay plantas que capturan insectos, como hay plantas que pueden ser venenosas para el hombre, todas las plantas tienen su particular inteligencia, sus diferencias y su misión.
En la creación también hay diferentes inteligencias, por ejemplo hay tres fases o ciclos diferentes: está la fase evolutiva y de alto crecimiento, que en sánscrito se llama Sattva. Otra fase cumple un papel de mantenimiento, de seguir una línea inerte, sin la aceleración del factor de crecimiento, esta fase se denomina, en sánscrito, Rajas. Y la tercera fase es la destructiva, esa fase que hace cambiar todo para comenzar de nuevo no exenta de dolor y sufrimiento, esa fase se llama Tamas. Estas tres fases también están presentes en el mundo vegetal, cada una con su particular misión o inteligencia.
El ser humano también puede caer en cualquiera de esas fases, con la salvedad de que hemos nacido con el libre albedrío, con la capacidad de elegir o redirigir nuestro camino, de salir de las costumbres del pasado y lanzarnos hacia donde queramos ir.
El ser humano puede caer en la fase de inercia, o vagancia, como caer en una fase depresiva. Puede autodestruirse matando a otros o autodestruirse comiendo venenos y llevando una vida sin alegría real. También puede el hombre entrar en la fase de Sattva o purificación, de crecimiento continuo, hasta conquistar la inmortalidad.
Cuando Maharishi nos pidió hace unos 12 años que comenzásemos la Agricultura Védica lo hizo para que traigamos la fuerza de la inteligencia creativa y purificadora al mundo de las plantas. Haber continuado durante estos años y seguir adelante es gracias a vuestro apoyo, a vuestros pedidos, que nos ayudan a mantener esta preciosa actividad de la Agricultura Védica.
Ya no se discute sobre la inteligencia en las plantas porque el mundo de la ciencia lo ha demostrado.
Afortunadamente la ciencia en la agricultura va dando pasos importantes. El Dr. Mancuso, biofísico, ingeniero agrónomo, estudia la neurobiología de las plantas y sus fascinantes movimientos, y asegura que las plantas tienen sus neuronas y son seres inteligentes, que toman decisiones en un tiempo más largo que el del hombre, que reconocen a otros miembros de su familia y reaccionan ante otros competidores del terreno.
Si las plantas crecen en su medio natural y no son manipuladas por el hombre en el sentido de transgredir su crecimiento son capaces de generar sus mecanismos de defensa, así como sus mecanismos de atracción produciendo néctar para favorecer la polinización a través de los insectos.
Las plantas son muy sensitivas, son sensibles al horario, anticipan sus necesidades a momentos de frío o calor, luces y oscuridad. Es un mundo fascinante.
En la situación actual del mundo se aprecian bien las distintas fases, hay quienes se cuidan y mejoran su salud. Otros en fase inerte, con especial llamada a los jóvenes y no tan jóvenes atrapados por ordenadores y móviles. Y otros están sometidos, atrapados y conducidos por la fase Tamas o destructiva y que no está exenta del ingenio propio de la ciencia destructiva y que es adicta a un plantón llamado Euro/Dólar, un plantón que puede ser muy benefactor como muy destructor. Esa inteligencia enfocada en el torpe mundo del Tamas es la que crea la ciencia de efectos destructivos. Los químicos usados en la fertilización y herbicidas son muestras de la ciencia, con inteligencia Tamas que amenaza a la supervivencia.
El plantón llamado Euro/Dólar no se puede comer, pero sin las plantas no podremos sobrevivir.
Podemos elegir el tipo de fase de Inteligencia que queremos asumir. Sabemos muy bien que el mundo está conducido por muchas fuerzas inertes y autodestructivas. El secreto está en conocer la Inteligencia Sattva, que es tan extraordinariamente inteligente que no se dedica a LUCHAR, no pretende imponerse a nada ni a nadie, sino seguir su curso de alto crecimiento y pureza. Sattva no destruye a ninguna fase de la naturaleza. Cuando el rayo del sol sale cada día no destruye la noche, simplemente sale y la oscuridad se disipa por sí sola. ¡¡Aprendamos esta forma de actuar!!
¡¡Afortunados aquellos que han nacido para restablecer la Ley Natural en la vida!!
CITA CON LOS GRANDES
“La agricultura fue antaño un trabajo sagrado. Cuando la humanidad se apartó de su ideal, apareció la moderna agricultura comercial. Cuando el agricultor comenzó a hacer cultivos para ganar dinero, entonces olvidó los verdaderos principios de la agricultura”. – Masanobu Fukuoka
“Honra a los labradores, porque los que labran la tierra son el pueblo escogido de Dios”. – Thomas Jefferson
“La química divina trabaja en el suelo”. – Nathaniel Hawthorne
“El tiempo empleado en el cultivo de los campos es muy dulce”. – Publio Ovidio Nasón