El diente de león es una planta herbácea de la familia de las asteráceas que crece en todas las regiones del mundo. En sus inicios se encontraba en Europa y Asia, aunque, en la actualidad, se puede hallar en todo el mundo.
No crece más de 35 centímetros de alto y su nombre es debido a su flor, con pétalos finos que simulan los colmillos agudos y puntiagudos de estos felinos.
Algunos beneficios de su consumo son:
– Mejora el funcionamiento del hígado: La raíz de esta planta ayuda a aliviar inflamaciones y es un excelente protector hepático.
– Colabora con la digestión, además de tener un leve efecto laxante.
– Disminuye la retención de líquidos: El diente de león favorece la función renal y ayuda a estimular la eliminación de orina.
– Controla los niveles de colesterol y triglicéridos.
– Protege la salud visual: Ayudan a cuidar la visión, disminuyendo el riesgo a la aparición de cataratas y degeneración muscular.
– Reducción del peso corporal: Incide positivamente en el tamaño de las células grasas.