Aproximadamente 280 millones de personas en todo el mundo sufren de depresión. Investigadores han identificado que el uso de las redes sociales puede ser un factor de riesgo clave. De hecho, puede ser un factor causal. En él se encontró que cuanto menos usaban las personas las redes sociales, menos deprimidas y solas se sentían.
Las personas que utilizan constantemente las redes sociales tienen más probabilidades de desarrollar depresión dentro de los seis meses siguientes.
Entre los hallazgos se encontraron que las personas con mucha amabilidad tenían un 49 % menos de probabilidades de deprimirse que las personas con poca amabilidad.
El uso de redes sociales también está asociado con una disminución de la satisfacción con la vida y una disminución del afecto positivo.
Es probable que las personas se comparen con otras que parecen estar viviendo sus mejores vidas. Esto genera resentimiento, baja autoestima y otros problemas asociados con la autoimagen y el autoconcepto.
Asimismo, las redes sociales pueden aislar a las personas y hacer que se sientan solas.