Mandala Ediciones
Madrid, 2015
“Cuando el sol dejó de brillar” es un canto a la esperanza, de que un nuevo comienzo es factible. Y sobre todo, un recordatorio de que vivir no es un juego, que requiere de una seriedad y un compromiso interno que fácilmente olvidamos a lo largo de los caminos de nuestra existencia.
Muestra de forma sencilla las vidas de unos personajes corrientes, que podríamos ser cualquiera de nosotros, observadas sin descanso por Miguel y El Mensajero desde la montaña de Inca.
Vidas con las imperfecciones y bondades que habitan en cada ser humano, intentando hacerse un hueco en el entramado y oscuro mundo en el que se ha convertido el planeta.
No son conscientes de que su lucha diaria también tiene parte de culpa en la oscuridad que avanza. Sus vidas se entrecruzan, porque nada es por casualidad, y el resultado de estos encuentros, de estas colisiones en algunos casos, removerá el interior de los que conviven en Véramont y en el resto del mundo, ya que, todo acto, por pequeño que este sea, repercute en todo el Universo.
Pero no todo está perdido, porque el «Ser interno” que habita en cada uno de nosotros, «Nunca da puntada sin hilo…”