Cuando hablamos de desodorantes y antitranspirantes, debemos tener muy presente la diferencia entre ellos.
Los desodorantes evitan el mal olor, mientras que los antitranspirantes evitan la transpiración. Por eso, los segundos, son altamente dañinos y perjudiciales para nuestra salud. Transpirar es una función natural de nuestro cuerpo, totalmente esencial para eliminar toxinas.
Además, la gran mayoría de estos productos presentan aluminio en sus fórmulas; que bloquea los poros de la axila, evitando que el sudor salga.
Afortunadamente, existen otras opciones. Sin lugar a dudas, la mejor alternativa a esto es optar por productos compuestos de ingredientes naturales. Además, debemos prestar también atención a que la alternativa sea respetuosa con el medio ambiente.
Por ejemplo, los desodorantes en spray, suelen contener altas concentraciones de compuestos orgánicos volátiles (COV), que destrozan la atmosfera. Por eso, animamos a elegir productos que vengan en formato de barra o roll-on y en envases reciclables, como por ejemplo de cartón.
Para ser consumidores responsables, ¡debemos estar atentos a todos los detalles!