Por Juan Vicente Osorio G.- Los dichos y refranes siempre han estado presentes en las diferentes culturas y son una forma tradicional y simpática de transmitir la sabiduría de nuestros abuelos. Son consejos o maneras de ver la vida que fueron relevantes para ellos y, que hoy en día, mantienen la misma vigencia. Es tan amplio el repertorio que hay dichos pertinentes para cada situación y, muchos de ellos, nos dan mensajes que tienen que ver con el camino del despertar y evolución de la conciencia. Estos son algunos de ellos:
Debemos vivir sin afanes porque “a camino largo paso corto” y hacer lo que realmente nos guste ya que “hacia donde el corazón se inclina, el pié camina” y sabiendo que “caminante, no hay camino, se hace camino al andar” y que “es mejor viajar lleno de esperanzas que llegar”.
Es importante ser conscientes de las decisiones que tomamos porque “a cada uno le toca escoger la cuchara con que ha de comer”, aunque no debemos dejar de vivir plenamente la vida por temor a equivocarnos pues “la persona que nunca comete una tontería nunca hará nada interesante”.
Debemos valorar los dones y talentos que tenemos y expresarlos con total confianza ya que “al que nace para tamal, del cielo le llueven las hojas”. Esos dones se hacen evidentes desde pequeños, pues “el que nació para caballo desde chiquito relincha”, pero si no hacemos nada con ellos, podemos perder muchas oportunidades valiosas. “Amanecerá y veremos, dijo el ciego; y amaneció y no vio”.
Debemos fluir con la vida y no en contra de ella y el viaje será placentero, así que, “si la vida te da limones aprende a hacer limonada”, y hazlo bien, hazlo lo mejor que puedas porque “el que es buen gallo en cualquier gallinero canta”. Si nos equivocamos y las cosas no salen bien, no debemos preocuparnos, “antes de encontrar al príncipe azul hay que besar muchos sapos”, es un proceso de aprendizaje. “No hay que ahogarnos en un vaso de agua” porque debemos estar seguros que “al final del túnel siempre hay una luz” y que “si se nos cierra una puerta se nos abre una ventana”. No nos apeguemos al pasado porque es una carga innecesaria. Hay que tener en cuenta que “agua pasada no mueve molino” y que “la felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria”.
En tiempos difíciles debemos estar seguros de que tenemos todo para salir adelante. “A la gallina no le pesan sus plumas”, y con el tiempo todo se va resolviendo porque “abril lluvioso hace a mayo hermoso”. “Al mal tiempo buena cara” y “agua que no has de beber, déjala correr”, esta es la mejor forma de saber que “a veces perdiendo se gana”. No nos debemos preocupar por los demás y ocuparnos de lo nuestro, “cada quien se rasca donde le pica”, y lo que es para cada uno le va a “caer como anillo al dedo”. Lo importante es saber que “es de humanos errar y de las bestias perseverar”.
Para evitar problemas debemos saber escuchar a nuestras señales internas porque “la buena comida se anuncia a la nariz desde la cocina”, “guerra avisada no mata soldado” y “si el río suena, piedras lleva”. Lo que sucede a nuestro alrededor es un espejo de nosotros mismos, por eso “pon tus barbas a remojar cuando veas las de tu vecino arder”. Si actuamos mal, probablemente, con algo que nos pase, “estamos probando nuestra propia medicina” y si “vamos por lana podemos salir trasquilados”. “Al que mal vive el miedo le sigue”.
Aceptar que todo lo que nos sucede es perfecto tal cual es, es la fórmula para una vida plena. “A lo que no puedas evitar dale la bienvenida” y hay que hacerlo con alegría, porque “la sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz”. Actuando desde el amor podremos decir con confianza “lo malo que tengo es que soy bueno” (ja ja ja).
Las opciones de dichos son enormes, pero siempre salta a nuestra mente el adecuado para cada situación; lo importante es dejarnos influenciar por su significado profundo como parte de nuestro proceso evolutivo. Para terminar debemos recordar que: “la cerda, vistiendo de seda, igual marrana se queda”, “loca es la oveja que al lobo se confiesa”, “cuando dos divorciados se casan, cuatro se meten en la cama”, “el hombre sabio escucha una palabra y entiende dos”, “a palabras de borracho, oído de cantinero”…
… “hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos”.