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Lo único que tenemos que hacer es sentirnos bien

Por Laura Martínez Ramírez.- Estar bien en cualquier circunstancia es la tendencia instintiva de los seres humanos, por eso, cuando aparece un pensamiento que no está en concordancia con lo que tu Yo Superior sabe que es la más alta verdad sobre el tema, para ti (que no es igual para todos), la emoción negativa que aparece es un indicador de esta discrepancia.
De modo que para sentirnos bien, y lo que es lo mismo, en armonía con nuestro Ser Superior, solo hay que estar muy pendientes de nuestros pensamientos y cambiarlos lo antes que podamos, en cuanto sintamos el semáforo rojo en nuestro interior en forma de ira, enfado o pena, por otros que nos haga sentir, esperanza, compasión, bienestar, etc.

Muchos diríamos seguramente:
– ¡Es que yo tengo motivos para estar enfadado, es que mira lo que me ha hecho…!
Parece fundamental que nos demos cuenta de que no importa lo grande que fue la ofensa o la pérdida, que eso a quien le importa es al ego. Estamos tan acostumbrados a una psicología de la justificación, que vemos normal, incluso necesario mantenernos en ese sufrimiento, sin recapacitar en que el dolor que sentimos no es debido a eso que nos ocurrió de pequeños, esos malos tratos sobre los que entonces no podía hacer nada. Creemos que sufrimos por ese motivo, pero no, el sufrimiento, por lo que hemos dicho antes, solo refleja la disarmonía con tu Ser Superior, en el presente, luego te está indicando que busques otros pensamientos que te hagan sentir mejor al respecto, que son los que Él te está indicando y no que te regodees en el dolor, por más justificado que parezca. ¿Qué fuera en su momento necesario traerlos a la conciencia, incluso expresarlos para asimilarlos?, seguramente sí y también que fueran acompañados de sentimientos de liberación, indicador de que era lo correcto, pero no mantener lo que va acompañado de negatividad.

No es una cuestión de tener razón, sino de estar o no conectado con tu Yo Superior. Estamos habituados a ir a juicio por cualquier causa y no solo en los juzgados, con lo que implica que otro decida por tí. El ego siempre quiere tener razón, pero es una falsa victoria, porque si la emoción que se siente antes, durante, y después es negativa, realmente no solo has perdido por tener estas emociones, sino porque te indican que estas muy lejos de tu verdad interior, por más que te la acepten desde fuera, y convenzas porque sea de pura lógica, y además te predispone a recibir más de lo mismo en lo sucesivo, puesto que tu vibración es esa y tenderás a atraer en consonancia por resonancia.

Nadie, externo a ti, estoy incluyendo a cualquier profesional, aunque te pueden ayudar en otros aspectos, abogado, médico, psicólogo y otros muchos según la situación, nadie puede ayudarte a ver lo que es tu máxima verdad respecto a algo que te ha ocurrido, solo la guía de tus emociones, por eso es tan importante confiar en ellas sobre todo, por más que resulten erróneas para otros.
Y es que solo podemos atraer cambios deseados para nosotros, cuando nuestra vibración está en armonía con nuestro Yo Superior, es decir en estado de bienestar, de paz, de alegría, de gratitud. Si no, es imposible generar cambios, por eso hay que superar la victimitis, porque en ese estado solo puedes atraer más de lo mismo.

Muchas veces nos encontramos en la vida en situaciones desagradables, son momentos que se puede llamar de contraste, aparece algo como señal para que generemos un deseo hacia lo contrario. Pues bien, si estamos centrados en estar al acecho como observadores conscientes sobre nuestro sentir, podemos rápidamente apreciar lo que queremos al respecto, aprovechando la intensidad de la situación, y centrarnos en pensamientos positivos hacia ello que podrán propiciar el cambio hacia lo deseado.

Otras veces cuando vuelven pensamientos que se han ido haciendo cada vez más profundos, más fuertes y contundentes, ya sea porque la misma sociedad nos los ha reforzado, por mandatos familiares, porque obtenemos algún reconocimiento con ello, intentar a partir de ahora no hablar o pensar más sobre todo ello, incluso ver lo positivo de esta situación, de esa persona, y cuando la vibración que me transmita sea más alta, y sienta algo más de bienestar, indicándome de ese modo mi conexión con mi verdad más elevada, entonces pedir lo que deseo, porque como hemos dicho, solo desde ese sentirse bien se pueden alcanzar los deseos.

Por eso también, si al final he de cambiar de trabajo, de pareja o lo que sea, antes conseguir pensamientos que me hagan sentir bien con esa persona o lugar, y después optar desde esa mejor vibración por la separación, así obtendremos nuestros nuevos deseos, porque solo desde ahí se pueden lograr, pero si lo hacemos con una sensación de mala energía, no solo no conseguiremos esto, sino que además por resonancia, obtendremos otra vez una relación parecida o un trabajo parecido.
Con todo lo dicho, resumimos en que lo único que tenemos que hacer en todo el día es intentar sentirnos bien. Aunque parece fácil, sabemos que la tarea es ardua y meticulosa, pero vale la pena intentarlo aunque nos perdamos una y otra vez. ¿Qué mejor se puede hacer?

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