Hace escasos días, tres de las plataformas digitales más reconocidas a nivel mundial (APP’s de redes sociales y de mensajería instantánea), sufrieron la mayor caída de todos los tiempos; casi seis horas inoperativas. En primera instancia, esto se abordó exclusivamente desde la perspectiva económica y de negocio, pero ahora se están manifestando también los conflictos que esto provocó a nivel sociológico y ético.
Profesionales en sociología, psicología y salud, están compartiendo su preocupación: “Queremos hacer referencia a la sociedad individualista y por otro lado hiperconectada que estamos fomentando con el uso desmedido de la tecnología. Para nuestros hijos, “sobrevivir” a un día sin sus teléfonos móviles/tabletas/ordenadores es una misión realmente angustiosa. Si les quitas eso, no saben socializar ni encuentran cosas satisfactorias en las que ocupar su tiempo. ¿Es esto saludable?”
“Hablamos de un uso desmedido de la tecnología, que limita nuestra libertad y provoca en nosotros una gran dependencia. Para prevenirlo, debemos aprender a gestionar adecuadamente nuestros tiempos, priorizar ciertas actividades diarias básicas y mantener el contacto real con los demás”.