Por Luis Miguel Tapia Bernal.- Uno de los temas más frecuentes por el que las personas llegan a consulta es el de pareja, principalmente en dos vertientes: cómo mejorar una relación en la que algo no está funcionando y cómo poder terminar y continuar. En menor medida, llegan aquellos que buscan y no encuentran lo que desean, pero es muy común recibir mails o leer estados en redes sociales, llenos de quejas y cuestionamientos sobre no encontrar pareja.
Una de las quejas más comunes, es que se topan con personas que no son lo que esperaban, y a través de los intentos aumenta el dolor, la desesperación y la frustración, activando la queja constante y la construcción de enormes barreras, dando como resultado seguir en una búsqueda incesante y agotadora, terminar por conformarse con meras compañías o una soledad no tan deseada.
¿Pero cuáles son los errores más comunes que impiden concretar una relación de pareja? Les comparto algunos que he detectado en mi trabajo como terapeuta.
- Miedo a la Soledad
Muchas personas no saben estar solas, ya sea porque les resulta incómodo o amenazante; siempre buscan estar rodeadas de alguien, aunque no necesariamente de compañías sustanciales. Muchas veces este miedo a la soledad proviene de una necesidad de evadir algo que no es grato emocional o físicamente, pero si no sabes enfrentarte a ti mismo y conocerte, ¿cómo puedes compartirte?. Este punto es fundamental, porque si bien las personas nos reflejan y nos ayudan a conocernos, ¿dónde queda la responsabilidad de tomar las riendas de la propia vida y sentirse cómodo con uno mismo?. Este primer punto va muy de la mano con el siguiente:
- No haber alcanzado tus metas
Es común ver al amor como una meta muy importante que debe llenar y sanar todas las demás áreas, convirtiéndose en el amor que da sentido a la vida. Desde una visión romántica puede sonar rosa, pero en la vida cotidiana, es agotador. Es cierto que el amor es un campo muy importante, al que se le han dedicado obras enteras desde hace siglos, pero también es cierto que cada persona que integra la relación, aporta lo que es y lo que siente, y si no está lo suficientemente cómodo o enriquecido, ¿qué es lo que da?. La realización personal, es lo que nos demuestra que podemos brindarnos felicidad y satisfacción, para sentirnos más auténticos. Sin esta realización, se llega con carencias elementales, esperando que la pareja brinde toda la felicidad posible, y por un tiempo, mientras sea novedad, podrá hacerlo, pero después se puede volver muy desgastante para ambos e incluso terminar rompiéndose por no ser suficiente. La pareja puede ser un campo de esa realización, pero no puede ser el único. No es lo mismo compartirse lleno de experiencias, que mendigar atención, cariño y un sentido para la propia vida.
- No cerrar ciclos con exparejas
Ya sea que se vivan quejando de las exparejas, lo que sufrieron, o lo bueno que fue liberarse de ellas, vivir quejándose, es no soltar esa relación, por lo tanto, el lugar sigue sin estar libre para que alguien nuevo pueda ocuparlo. La queja sólo estanca, por lo que vivir quejándote termina por aburrir a los demás y por volverte más frágil y más víctima de ti mismo. Cada expareja que estuvo en tu vida, fue tu elección, tanto para abrirle las puertas o cerrarlas ante el adiós. Lo que haya ocurrido es una responsabilidad compartida, pero la forma en que vivas y proceses el final, es tú responsabilidad y tarea, de la que puedes aprender, o quedarte estancado por años. Recuerda que es válido sentir dolor, enojo o miedo, pero lo importante es aprender a manejar las emociones y construir las despedidas, para resignificar el pasado, que no puede cambiarse, pero si puedes cambiar la forma de relacionarte con él y viajar más ligero.
- Culpar al otro
Partiendo del punto anterior: si tú tienes el poder de decidir, y tantos intentos no funcionan porque detectas errores o situaciones que no te agradan de los otros, bien podrías comenzar por preguntarte ¿qué ocurre contigo?. No es una cuestión de suerte, no es que seas imán de personas que lastiman, que no se quedan o que no saben lo que quieren; más bien podría tratarse de alguna razón por la que estás buscando o atrayendo, consciente o inconscientemente a este tipo de personas. Mirarlo de este modo, te da la posibilidad de trabajar en ello y poder resolverlo. Recuerda que en este tema se cae en muchos puntos ciegos a cerca del propio comportamiento y proceso.
- No trabajar creencias limitantes, ni revisar cuestiones familiares
Cada familia tiene sus propios significados del amor, el dinero, la salud, o la realización. Cuando una pareja se une, lo hace con toda su historia personal y familiar, donde hay creencias o percepciones construidas sobre lo que se hizo o se omitió. Es importante decir que pudieron funcionar en algún momento, pero que ya no son válidas, o que simplemente bloquean, y no periten avances. Por ello es muy importante trabajar y desactivar aquellas repeticiones familiares, por ejemplo donde las parejas se rompen o no duran, se quedan solas, o se tiende a la infidelidad o donde ha habido grandes pérdidas, por mencionar algunos de los muchos temas que pueden estar activos esperando revisión y solución. También hay que tener cuidado que de manera inconsciente no se esté ocupando un lugar que no corresponde, al ser pareja, acompañante o “cuidador” de alguien en la familia, porque como vimos con los ex, si ese lugar ya lo ocupa alguien, no puede llegar la pareja que se desea.
- Llenarte de teoría
Actualmente tenemos acceso a muchísima información a través de internet y las redes sociales, pero también hay toda una industria del amor en libros, conferencias y talleres, que llenan de teoría y conceptos, que pueden sonar muy bien, pero que no necesariamente pueden aplicarse en la vida cotidiana. Pensar y teorizar demasiado, puede ser una buena pauta para mirar más allá, pero actualmente es muy fácil caer en el extremo y llenarse de dudas, bloqueando la posibilidad de respuesta. Además, cada sociedad o grupo, marca modas, tendencias o conceptos que se siguen por pertenencia o compatibilidad, el punto conflictivo es llevarlos al extremo de la rigidez, quitando la sana flexibilidad para poder adaptarse y construir la vida que se desea. Es muy importante mencionar que hay modelos que pueden sonar muy bien, pero que no necesariamente tienen que ver con lo que eres, necesitas y buscas. El amor tiene que ser a la medida de cada uno, no a la medida de una teoría o exigencia social.
Hasta aquí algunos errores más recurrentes en la búsqueda del amor. Un buen comienzo sería trabajar en ti, para encontrar soluciones. Siempre he dicho que el corazón es como una casa, llena de habitaciones en las que están las personas que nos han acompañado, el punto es que igual que en una casa, puede haber ampliaciones, nuevas habitaciones o pisos, derrumbes, accidentes y renovaciones. Con cada bienvenida hay cambios, y en cada ruptura se necesita reparar todo lo que se transformó y se fue, y eso requiere un tiempo, hasta que esté listo para que pueda entrar alguien más. ¿En qué estado está tu corazón? ¿Realmente está listo para recibir a alguien?