Las selvas del noreste argentino fueron el hogar de los guacamayos rojos, hace más de 150 años.
Esta ave de la familia de los loros, con un espectacular colorido y un estridente sonido para comunicarse, ha estado extinta en tierras argentinas durante 187 años.
En el año 2015, la fundación “Rewilding Argentina” inició un proyecto, con el objetivo de traer a la especie de vuelta.
Zoológicos, centros de rescate de fauna y particulares, donaron especímenes adultos que fueron puestos en libertad y devueltos a la naturaleza. El proceso fue algo complicado debido a que, los animales, tras tanto tiempo de cautiverio, ya no sabían cómo adaptarse a su nuevo hogar. Debieron re-aprender a volar, buscar alimento e incluso evadir a depredadores.
Gracias a Marianela Masat (investigadora y cuidadora de la especie) y a todo su equipo de trabajo, tras 5 años de esfuerzo, se han obtenido magníficos resultados. Ya existen varias parejas consolidadas que vuelan por los cielos de la provincia y, por fin, han nacido los primeros pichones de guacamayo rojo en Argentina.