Los hermanos

Por Chantal Camacho Chávez.- Los (as) hermanos (as) se eligen con el alma, desde el corazón. Alinea tu visión con la de ese ser que lleva tu propia sangre, que lleva el mismo código genético que tú, que pulsa la vida en la misma frecuencia que tú, que quizá tiene un grado de evolución distinto a ti, por eso quizá hay cosas o circunstancias que te esté costando trabajo entender, míralo (a) con los ojos del alma, en realidad solamente ese ser sabe cuál es su camino, el que le toca recorrer, solamente él o ella sabe lo que le ha costado trabajo llegar hasta aquí, después de ciclos de evolución….

Sólo hay que agradecer por lo que es posible aprender a través de él o ella, cada uno hace su mejor esfuerzo, cada quien lleva el propio peso de sus heridas, cada quien sabe lo que le está costando trabajo aprender, cada quien lleva inscrito en el alma, un código del despertar, una configuración o programación secreta, cuya divinidad tiene la llave, la contraseña, el momento oportuno para navegar en aguas más cristalinas.

Cada alma sabe y reconoce el esfuerzo que le ha llevado vida tras vida llegar hasta este importante momento de evolución.

Cada alma ya reconoce el camino hacia la ascensión. Conviértete entonces, en un verdadero apoyo, une tu intención a la de tu hermano (a), sumen esfuerzos, no remes contra esa corriente “oscura o negativa”, abraza esa dualidad, reconócela como un rostro tuyo también, reconcíliate con esa parte tan importante de ti que aún duele, no rechaces su valor, ni lo (a) mires por encima del hombro, no agredas con tu palabra y con tu pensamiento al que es sangre de tu sangre, observa qué tiene ese Ser que tú no puedes o que no te atreves a tener: esa libertad de ser como él o ella quiere ser, ese valor de mostrarse al mundo desde su lado “oscuro” tal vez, sólo míralo desde el amor, desde la compasión, pues cada quien sólo hace lo mejor.

“Desde el amor todo es posible, lograr verlo como quiere ser y como ha decidido estar presente en la vida para ti, mostrándote que también así es posible vivir”….

Chantal Camacho Chávez