Según un reciente estudio publicado en una importante revista científica, el cambio climático puede ocasionar la extinción de los osos polares antes de que termine el siglo, ya que no podrán alimentarse con la desaparición de las placas de hielo.
Debido a la falta de hielo y la dificultad que esto supone para los osos en la búsqueda de alimento, estos se trasladan famélicos lejos de su territorio, llegando incluso a zonas habitadas. Además y en el caso de las hembras, (que se refugian en otoño para parir en invierno y poder salir en primavera con sus oseznos) la situación es más preocupante aún. El alimento escasea y no consiguen la grasa necesaria para que su leche sea apta para alimentar a sus pequeños cachorros.
Según los científicos, hemos llegado ya a un punto de no retorno: “incluso aunque el calentamiento se limitara y redujera con relación a la actualidad, no podríamos garantizar salvar a esta especie”.
Si las emisiones de gas con efecto invernadero continúan, la caída de la reproducción y de la supervivencia, podrá en serio riesgo la persistencia de muchos seres vivos de aquí a 2100.