Debido a la caza furtiva excesiva y a la destrucción de su hábitat, además del tráfico ilegal de estos animales, los pangolines están en peligro crítico de extinción.
La Administración Nacional Ambiental de China se ha visto obligada a tomar medidas urgentes: China ya no podrá utilizar a los pangolines como remedio casero ni tampoco como alimento.
Se atribuyen beneficios terapéuticos a sus escamas, motivo por el cual casi 20 toneladas de estos animales eran traficados internacionalmente cada año.
Tras varios estudios, la comunidad científica determina que no existe una evidencia que demuestre estas supuestas capacidades y que, aún si las tuvieran, existe un gran número de plantas que podrían reemplazar estos efectos. Afirman que, de ahora en adelante, se trabajará para proteger y rescatar la especie, mejorando su hábitat, tomando medidas enérgicas contra la caza furtiva y el tráfico ilegal e incluso creando un banco de genes para pangolines.