Por Francisco Menchén Bellón.- «Si no se puede amar a otro ser humano no se tiene sitio en este mundo» LOUISE GLÜCK (Nobel de Literatura 2020)
El amor es una necesidad clave para impulsar el desarrollo integral del ser humano. Lo necesita el bebé, el joven y también el adulto para gozar de una buena salud física y psicológica. El amor no es tangible, pero se puede sentir en todo tu ser con gran intensidad. Vivimos rodeados de amor, pero no somos conscientes.
La Cultura del Amor se fundamenta en amar la vida, que es tanto como amarse uno mismo, respetarse y hacer las cosas cada vez mejor; amar a los otros, que abarca a la familia, los compañeros, amigos, y aceptarlos, tal y como son, y amar a la Naturaleza, o como dicen los latinos: a la mama Tierra. Esta es la misión que hemos venido a desempeñar en este planeta.
Los pilares que sostienen la CULTURA DEL AMOR es como el agua que lo conecta todo; se puede expresar de mil maneras: utilizando todos los sentidos, con una mirada, con una sonrisa, con un abrazo, con un rico postre, hasta con el silencio más profundo.
En estos tiempos de incertidumbre que nos crean dudas, de zozobra colectiva que nos encoge el corazón, de crispación política que nos ahoga, y que la pandemia lo ha acentuado, conviene escuchar una voz que nos ilusione cada mañana al despertar. Tenemos que salir de esta constante negatividad. Con esta intención propongo estimular la Cultura del amor y, exponer cuales son los pilares que la sostienen:
EL PILAR DE LA ENERGÍA
El Amor es la ENERGÍA más inteligente y creativa del universo, sin importar el modo en que se exprese. Su apariencia puede cambiar, pero no su esencia; es la energía eterna, tan real como la vida misma, que debe proyectarse hacia uno mismo, hacia nuestros semejantes, la naturaleza y el universo; esta energía que atraviesa, canaliza y construye, se transforma una y otra vez, y nos hace vibrar como la música. Nacemos gracias al amor que es el pilar y la fuerza más poderosa que tenemos, que nos une a todos.
Hay que buscar el amor en todas sus dimensiones posibles y no dudar en ser agradecido con las personas que ya forman parte de tu vida. Tus amigos, tus hijos, tu familia, tu mentor, e incluso tu mascota también son fuentes inagotables de afecto motivador, enriquecedor y luminoso.
Cada individuo deberá nutrirse de su propia energía natural que permanece dormida en su yo interior. Cada uno es responsable de generar, encauzar y mantener su propia energía vital; hay que aprehender a tomar decisiones basadas en el amor, que en la mayoría de las veces serán beneficiosas, y nunca deben sustentarlas en el miedo, que son el origen de conflictos. Siempre hay una opción de amor para resolver cualquier circunstancia.
EL PILAR DE LA EMOCIÓN
El Amor es una EMOCIÓN, que actúa como una gran fuerza interna. Es un estado emocional profundo y valioso que fluye dentro de nosotros, no importa de dónde venga; puede obtenerse por parte de muchas figuras de tu entorno (padres, educadores, amigos, compañeros, parejas…). El amor es el alimento del alma. Es un modo de vivir juntos, en la que se establece una relación amistosa en la que nadie es superior, en la que ambos son completamente diferentes, pero a pesar de esas diferencias se aman.
En el amor coexisten todas las emociones, tanto la positiva, como la negativa, conviviendo armónicamente, y se graban en cada célula. Hay que entender que el odio no es lo opuesto al amor, sino una emoción que vibra en nota grave, la más grave de todas. Pero ambas permiten disfrutar de la bella melodía, cuando hacemos uso del Amor Incondicional. Solo se puede vivir con plenitud si se supera esta polaridad y se abre el corazón a la vida y al amor.
EL PILAR DE LAS NECESIDADES BÁSICAS
El Amor es una NECESIDAD BÁSICA, tan básica como la libertad, la responsabilidad y la respiración; es la materia prima y la base de la que estamos hechos todos. La persona que está llena de amor y además es libre, es lo más maravilloso del mundo. Vivir la vida es enamorarse a cada instante y mirar con los ojos del corazón. Vivir el presente con mucho amor es lo único que se debe hacer. Cuando hagas cualquier tarea hazla con amor, con emoción, con pasión, con toda tu energía, pero también te comportarás igual a la hora de tocar un instrumento, trabajar, jugar, bailar, limpiar o colocar tu habitación. Vivir con espíritu creativo supone abrirse, confiar, y renacer. Es decir, caer y levantarse, aprender de las tristezas y mirar hacia delante.
Lo que importa en la vida no es cuántas cosas haces, sino el amor que pones en ello. El amor ya está dentro de ti, no tienes que buscarlo fuera. El amor surge desde tu corazón. No solo es una fuente de placer, sino que su ausencia es una fuente de dolor. El amor es una necesidad humana, tan importante como otras de primer orden.
El amor libera dopamina, serotonina y oxitocina, por eso cuando nos enamoramos nos sentimos llenos de alegría y la percepción de la vida es magnífica. Cuando realizas tu trabajo con amor y alegría, tus reacciones bioquímicas son amorosas, disparándose en tu cerebro millones de señales eléctricas que liberarán en tu sistema nervioso sustancias químicas beneficiosas para que las células cumplan su función. En el caso de una persona enfadada, se producirá todo lo contrario, es decir las neuronas no se dispararán se bloquearán, a causa del cortisol.
La cultura del amor promueve que todo ser humano pueda recibir y dar amor, sabiendo que es una fuerza transformadora, necesaria para alcanzar la autorrealización. Las personas autorrealizadas son capaces de ofrecer el amor más gratificante, que está basado en la empatía, el afecto saludable y el respeto. Solo cuando nos sentimos arropados por un amor auténtico podemos alcanzar la autorrealización.
Si regalas AMOR te será devuelto con creces.