Mayak (faro en ruso) es el nombre que los investigadores de la Universidad de Ingeniería Mecánica de Moscú han elegido para el satélite con forma de pirámide que esperan convertir en uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno, cuya misión será reflejar los rayos del Sol hacia nuestro planeta.
El satélite está equipado con un reflector de forma piramidal, fabricado con placas metalizadas que tienen un grosor veinte veces inferior al de un cabello humano.
Si todo transcurre según lo previsto, el próximo 14 de julio una nave del tipo Soyuz-2 se encargará de poner en órbita a Mayak. Según los cálculos realizados, será el objeto más brillante del cielo después del Sol y la Luna.
La finalidad de esta misión es obtener datos sobre la densidad atmosférica a grandes altitudes.