Noticias Mindalia.- El doctor Xiaoquing Hu y un grupo de investigadores de las universidades estadounidenses de Evanston, Austin y Priceston, han realizado un estudio que demostraría que, durante el sueño, podemos reducir perjuicios sociales como el racismo o el sexismo.
Durante el experimento, los voluntarios aprendieron nuevos patrones de pensamiento y los fijaron en su cerebro mientras dormían, reforzando así las investigaciones existentes que apoyan la teoría de que los recuerdos pueden reactivarse de manera selectiva y fortalecerlos durante el sueño.
Conocedores de que dormir fomenta la formación de la memoria al recobrar la actividad de ciertas neuronas, y que este proceso puede estimularse experimentalmente con ejemplos relacionados con cosas que acabos de aprender, estos expertos han ido más allá, y han demostrado que no solo funciona con la información recién aprendida, sino que también puede influir en actitudes interiorizadas desde pequeños.
Todos pensamos que somos tolerantes, solidarios, que respetamos la igualdad, etc., pero hay algunos perjuicios sociales, que sin ser realmente conscientes, pueden seguir activos en nuestro cerebro.
De hecho, se ha demostrado en numerosos estudios la tendencia al racismo o el sexismo que intrínsecamente existe en nuestra sociedad, como por ejemplo, en lo referente a la contratación. En un experimento se demostró que instituciones que buscaban ayudantes de investigación, tendían a contratar hombres aunque las candidatas estuvieran igual de preparadas.
Aunque esta tendencia está disminuyendo en algunos países, y somos mucho más prudentes a la hora de expresar nuestras opiniones o con respecto a los perjuicios o incluso hacemos esfuerzo por evitarlo, Hu y su equipo sugieren, tras analizar los resultados de su experimento, que la consolidación de la memoria durante el sueño pueden ser esencial para fijar la información aprendida en el periodo previo de vigilia y contrarrestar prejuicios de raza y género.
A pesar de ello, el equipo ha explicado que hacen falta nuevas investigaciones para tratar cuestiones como cuánto entrenamiento es necesario para que los beneficios implícitos persistan y se conviertan en beneficios explícitos en las relaciones interpersonales o si el método se puede adaptar para ayudar a la gente a cambiar hábitos como fumar.
Aunque en un mundo perfecto, los seres humanos deberían ser libres de pensamiento y no basar su comportamiento en perjuicios, la realidad es muy diferente, y gracias a descubrimientos como estos, podríamos dar un paso más hacia una vida en convivencia donde nadie sea juzgado por su color y sexo.
El doctor Xiaoquing Hu y un grupo de investigadores de las universidades estadounidenses de Evanston, Austin y Priceston, han realizado un estudio que demostraría que, durante el sueño, podemos reducir perjuicios sociales como el racismo o el sexismo.
Durante el experimento, los voluntarios aprendieron nuevos patrones de pensamiento y los fijaron en su cerebro mientras dormían, reforzando así las investigaciones existentes que apoyan la teoría de que los recuerdos pueden reactivarse de manera selectiva y fortalecerlos durante el sueño.
Conocedores de que dormir fomenta la formación de la memoria al recobrar la actividad de ciertas neuronas, y que este proceso puede estimularse experimentalmente con ejemplos relacionados con cosas que acabos de aprender, estos expertos han ido más allá, y han demostrado que no solo funciona con la información recién aprendida, sino que también puede influir en actitudes interiorizadas desde pequeños.
Todos pensamos que somos tolerantes, solidarios, que respetamos la igualdad, etc., pero hay algunos perjuicios sociales, que sin ser realmente conscientes, pueden seguir activos en nuestro cerebro.
De hecho, se ha demostrado en numerosos estudios la tendencia al racismo o el sexismo que intrínsecamente existe en nuestra sociedad, como por ejemplo, en lo referente a la contratación. En un experimento se demostró que instituciones que buscaban ayudantes de investigación, tendían a contratar hombres aunque las candidatas estuvieran igual de preparadas.
Aunque esta tendencia está disminuyendo en algunos países, y somos mucho más prudentes a la hora de expresar nuestras opiniones o con respecto a los perjuicios o incluso hacemos esfuerzo por evitarlo, Hu y su equipo sugieren, tras analizar los resultados de su experimento, que la consolidación de la memoria durante el sueño pueden ser esencial para fijar la información aprendida en el periodo previo de vigilia y contrarrestar prejuicios de raza y género, una especie de reeducación.
A pesar de ello, el equipo ha explicado que hacen falta nuevas investigaciones para tratar cuestiones como cuánto entrenamiento es necesario para que los beneficios implícitos persistan y se conviertan en beneficios explícitos en las relaciones interpersonales o si el método se puede adaptar para ayudar a la gente a cambiar hábitos como fumar.
Aunque en un mundo perfecto, los seres humanos deberían ser libres de pensamiento y no basar su comportamiento en perjuicios, la realidad es muy diferente, y gracias a descubrimientos como estos, podríamos dar un paso más hacia una vida en convivencia donde nadie sea juzgado por su color y sexo.