Sorprendentemente, una muy reconocida marca de alimentos a nivel mundial, ha hecho público un documento interno en el que admite que, aproximadamente el 60% de sus productos, no cumplen con los criterios básicos para considerarse saludables. “Hemos hecho mejoras en nuestros alimentos, pero aún hay carencias en cuanto a la definición de salud, en un panorama donde las demandas de los consumidores no dejan de crecer” explica el informe.
Nutricionistas como Juan Revenga ponen de manifiesto que “Estos datos no son una sorpresa. Queda demostrado que los directivos de este tipo de empresas ya saben que producen productos mal-sanos… Debería ser suficiente para poner de relieve cuáles son las prioridades de estas grandes multinacionales”.
Si hablamos de porcentajes, tan solo el 37% de la comida y bebida de la marca logran una calificación igual o superior al 3.5 en un etiquetado nutricional que otorga a los alimentos más saludables cinco estrellas.
Por su parte, los ministerios de consumo de varios países están considerando la prohibición de la publicidad de alimentos insanos dirigidos a menores (chocolatinas, cereales, bollería…).