Aunque es para muchos desconocidos, el día 06 de noviembre tiene lugar el Día Internacional para la prevención de la explotación del Medio Ambiente en la guerra.
La iniciativa surgió en 2001 gracias a la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de proteger el medio ambiente en situaciones de conflicto armado.
“Muchas veces, es la propia explotación de recursos naturales la causa de una guerra (de hecho, en los últimos 60 años, más de la mitad de batallas han sido por esta razón). En estas situaciones y, a pesar del resto de pérdidas, es el medio ambiente la víctima más silenciosa”.
En Afganistán, hay tasas de deforestación del 95%. En Gaza y Yemen, se ha dañado considerablemente la infraestructura hídrica. En el Congo, la población de elefantes ha sido diezmada. En el Estado Islámico, los incendios han provocado humo tóxico; altamente perjudicial para humanos, animales y ecosistemas.
En definitiva, hay que erradicar urgentemente este tipo de agresiones medioambientales. Una tarea complicada pero que queda enmarcada en la Agenda 2030.