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Menos, es más

Por Ana Vásquez O.- El día de hoy realicé la labor de limpieza que se debería hacer seguido en mi habitación; y comencé a notar la cantidad de cosas acumuladas que guardaba sin usar. Recordé la frase que me decía cada vez que esa “cosa” volvía a su lugar, “por si acaso, la dejaré “. Por si acaso, es enfrascar los recuerdos en cúmulos por años y al mismo tiempo esperar un cambio mágico dentro de mí.

Vivimos todos los días en un máximo enfoque hacia las cosas que nos rodean, y encontramos en ellas de alguna forma un bienestar pasajero que parece estar solucionando nuestros pequeños deslices de la vida, incluso nos permiten olvidar la problemática a la cual nos estaríamos afrontando en ese momento. Pero, ¿Cómo puede algo externo darle sentido a nuestra vida? Un consumismo incontrolable parece ser el responsable de tomar decisiones por nosotros y rige nuestra existencia hacia el tener más, como el único sentido de bienestar supremo.

La idea de tener menos asusta, en no encontrar en nosotros felicidad y plenitud.  Nos aterra pensar que el estar enfocados en nosotros mismos sería encontrar algo más allá de lo que ya conocemos. La realidad es que entre más te adentres en tus pensamientos y sentimientos, te enfoques en lo que más te gusta hacer, tu vida se desenvolverá en una corriente recta regido por buenas decisiones y puertas completamente abiertas hacia el cumplimiento de tus sueños…y ser quién eres.

El minimalismo es un estilo de vida, su intención es generar sentido a partir de lo mínimo. Es decir, optar por tener lo necesario para vivir, entre colores básicos y cálidos, menos elementos decorativos y al tiempo disminuir la cantidad de prendas de vestir que compramos al año y de las cuales utilizamos unas cuantas de ellas. Esto, como método de realización personal hacia el enfoque único de lo que realmente importa.

Va totalmente en contra de un consumismo sin control, es ser conscientes de qué es lo realmente necesario para nuestra supervivencia y estabilidad. Identificar lo especial y deshacernos de lo que nos sobra. Estoy segura que en este momento vienen a tu mente una cantidad infinita de artefactos que no tienen uso alguno.

Observo el hecho de que cuando tenemos más cosas de las que realmente utilizamos, entramos en un círculo vicioso en el que ya todo lo externo no nos aporta la sabiduría que nos hace falta. Al contrario, entramos a ser manejados por parásitos materiales, permitiéndoles regir y hasta complicar nuestra vida.

Si encontramos comodidad en la simplicidad y lo básico. Si dentro de ese estado de fluidez sintiéramos armonía en la convivencia con nosotros mismos, la introspección sería un arma cada vez más potente hacia la respuesta correcta de las situaciones que aparecen externas día a día. Encontraríamos en nosotros un estado pleno e infinito, innecesario de cosas vacías, y lleno de nuestra propia compañía. La idea de tener menos, es hacer de nuestra vida algo más simple y fluida. De alguna forma, caemos en la trampa de limitar el tiempo que necesitamos para realizar lo importante, llenándonos por un determinado número de cosas. Lo que busca lo esencial es otorgar libertad y expansión de energía hacia el enfoque la creación de lo que verdaderamente tenga un sentido para nosotros. Busca un equilibrio en cuerpo y mente, en hacer lo verdaderamente importante y no depender de condiciones externas para ser feliz. Reflexiona, ¿Qué es lo importante para ti?

 

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