Si hablamos del núcleo de la Tierra, su límite central se encuentra a unos 2.900 km por debajo de la superficie terrestre. Por eso, conocer las condiciones que se manifiestan a tanta distancia, es complicado.
Aun así, recientemente se han descubierto unas enormes estructuras cercanas al núcleo, en las profundidades del océano Pacífico, más concretamente debajo de islas hawaianas.
Estas estructuras están compuestas por roca, inusualmente densa y caliente, aunque aún se desconoce qué podrían ser en realidad; magma, fugas de hierro fundido…
En la investigación, el equipo de geólogos usó un algoritmo de aprendizaje automático llamado “Sequencer”, analizando así la sísmica de cientos y miles de terremotos, recopilados durante décadas, para mapear al detalle el interior de la Tierra (podríamos asemejarlo al sistema de los murciélagos, que utilizan ecolocalización para mapear su entorno).
La investigación continúa y, aunque de momento estos son los datos más relevantes, se espera que este nuevo método facilite un mapa renovado de alta resolución del interior de la Tierra.