Los pesticidas que comercializa la marca Monsanto han encontrado nuevos detractores, los Países Bajos. Así pues, la multinacional suma un nuevo enemigo a su lista negra compuesta por México, Rusia y Tasmania, que ya prohíben la venta de sus productos a particulares.
La estrecha relación del glifosato, ingrediente del herbicida ‘RoundUp’, con el cáncer y otras enfermedades congénitas, renales y del sistema nervioso, ha llevado al Parlamento de Holanda a prohibir su venta al consumidor para finales de 2015.
El Consejo de Salud holandés ha felicitado al Partido de los Animales y la fundación Bollenboos por denunciar públicamente estos hechos a través ‘Gifkikker.nl’. En esta plataforma compartían casos concretos y trataban sobre el impacto que tienen estos pesticidas en el medio ambiente y los humanos.
Así pues, Esther Ouwehand y Gerad Schouw, miembros del Parlamento por el Partido de los Animales, propusieron esta moción que fue apoyada también por otros partidos políticos, y finalmente aprobada ante la buena acogida.
Las alarmas ciudadanas sobre las consecuencias que producen los productos de Monsanto en la salud cada vez son más numerosas, llegando incluso a los millones de personas en EEUU, aunque sin respuesta por parte de su gobierno por el momento.