Se ha hecho viral la historia de una morsa ártica, que se quedó dormida en un iceberg en Groenlandia y despertó en Irlanda. Según unos excursionistas de la costa occidental irlandesa, la morsa fue vista sobre un peñasco. Días después, fue de nuevo vista en la costa de la provincia británica de Gales.
La RSPCA (Organización benéfica de bienestar animal) rescató al animal.
Tras examinarlo, pudieron confirmar que estaba sano, aunque con un peso ligeramente inferior al habitual. Por eso, los biólogos suponen que, la joven morsa, emprendió un viaje para encontrar comida y se quedó dormida en un iceberg que, como consecuencia del deshielo, se desprendió de la plataforma de Groenlandia.
“Hablamos de un espectáculo increíblemente raro, ya que estos hermosos animales no llegan jamás al sur” o “Sin duda alguna, la naturaleza nos está mandando avisos sobre las consecuencias de la crisis medioambiental y del impacto de las actividades humanas” son algunas de las declaraciones que se han hecho al respecto.