En los últimos meses, han nacido 18 crías de ballenas francas; lo cual es una excelente noticia.
Recientemente, la población de esta especie había descendido considerablemente (ya que se encuentran en serio peligro de extinción). De hecho, aunque antiguamente las ballenas francas abundaban en los mares, ya solo quedan entre 300 y 400 ejemplares.
Esto es, como de costumbre, debido a la cacería y al cambio climático; ya que muchos animales no han logrado adaptarse al cambio de temperatura en sus hábitats acuáticos.
Igualmente, las ballenas jorobadas y azules también están regresando y repoblando la Antártida, de forma que la población de cetáceos en el mundo se incrementa.
“Es importante entender que, las ballenas, no son animales que sobreviven en cautiverio. No existen ejemplares vivos en ningún acuario del mundo y, por tanto, los que sobreviven en libertar son los únicos que podrán mantener viva la especie” alega un reconocido biólogo.