Aunque hace casi un siglo que se teorizaba con que existían bacterias que se alimentaban de metales, no es hasta hace muy poco cuando esa teoría ha podido confirmarse.
Un equipo de científicos californianos ha descubierto estas bacterias y, provisionalmente, las han llamado “ladrones de electrones de manganeso”.
Lo curioso de estos microbios es que, al igual que las plantas emplean la luz solar para convertir el Co2 en oxígeno durante la fotosíntesis, estas bacterias también son autótrofas. Es decir; producen su propio alimento utilizando la energía de los electrones de magnesio, obteniendo carbono reutilizable.
“Esto demuestra, una vez más, la sabiduría de la naturaleza. Los diferentes organismos pueden metabolizar materiales aparentemente imposibles, produciendo así energía útil para la célula” dice el investigador al mando.
Por último, se ha descubierto también que, estas bacterias, provienen de aguas subterráneas y se encuentran en el agua del grifo. Debido a esto, se tiene la certeza de que, el hallazgo, ayudará a la ciencia a comprender mejor la geoquímica del agua ya que, el manganeso, podría tener un papel protagonista en la evolución de la vida en el planeta Tierra.