Continúa la investigación acerca de la muerte de cientos de elefantes en Botsuana.
En un principio, se estudiaron varias posibilidades: caza furtiva, coronavirus, falta de agua u otras enfermedades conocidas. Tras descartar, definitivamente, todas las anteriores, la investigación ha tomado una dirección completamente diferente.
Se ha observado que, el 70% de los animales fallecidos, se encontraron en lugares considerados como “depósitos de agua”. Tanto los expertos internaciones como el mismo Gobierno de Botsuana, se adscriben a la teoría de la posible existencia de una nueva neurotoxina, que a su vez podría estar desarrollando una nueva enfermedad.
Aunque pronto recibirán el resultado final de los análisis y estamos cerca de la posible explicación, la frustración y la tristeza se abren paso a través de las palabras del director de la ONG de conservación más importante del país: “Esos elefantes son activos del país. Son diamantes que deambulan por nuestra Tierra y esto es un desastre en protección animal. Este es un país que no protege su recurso más valioso”.
Quedamos a la espera de la resolución final.