La Unión Europea, como el resto de grandes organizaciones mundiales, no ha alcanzado sus objetivos de biodiversidad planteados para 2020.
Por eso, se ha aprobado una nueva estrategia hasta 2030: reintegrar la naturaleza en nuestras vidas. Se estima que, de los ocho millones de especies que existen en el mundo, más de un millón se encuentra en serio peligro de extinción.
“El objetivo es garantizar que, antes de 2050, los ecosistemas del mundo se hayan recuperado, sean resilientes y estén adecuadamente protegidos” alegan los eurodiputados.
Para que el proyecto tenga éxito, se plantean unas bases fundamentales:
- El 30% de la superficie terrestre de la UE debe convertirse en zona protegida.
- Deben liderarse los esfuerzos para acabar con el comercio ilegal de especies.
- Fomentar la Ecologización Urbana, como una proporción mínima obligatoria de techos verdes en la urbe y la prohibición de pesticidas químicos.
- Un estudio profundo de seguimiento a los polinizadores (abejas y otros), que son cruciales para el medio ambiente y la seguridad alimentaria.